Schiavoni: “Incertidumbre para la economía misionera”

Domingo 28 de diciembre de 2014
Desde el PRO Misiones ven con preocupación las perspectivas económicas para la jurisdicción misionera de cara al año que comienza.
“Nuestra tierra colorada no escapa al contexto nacional, y en algunos casos por sus características intrínsecas, la situación repercute aún peor. Los sectores que aportan al PBI no están atravesando su mejor momento, y es posible que algunas de las condiciones que determinan esta situación se vean agravadas en el transcurso del 2015. La economía yerbatera naufraga en las aguas de la política de precios impuesta por la Nación, sin encontrar variantes de consumo que aseguren colocar la totalidad de la oferta, a riesgo de caer en la sobreproducción en función de las plantaciones de los últimos años. Esa actividad no escapa a las condiciones impositivas y laborales (convenio de corresponsabilidad gremial) que marcan el contexto provincial. El año entrante es de gran incertidumbre para toda la cadena productiva yerbatera”, afirmó Alfredo Schiavoni.
De acuerdo a las palabras del referente partidario, “la forestoindustria también está condicionada por el contexto nacional. Las posibilidades de colocar productos madereros en el exterior son casi nulas en función del tipo de cambio actual. Además, soporta altos costos de logística, energía cara y combustibles y servicios en general de alto costo. Las mayores posibilidades de la industria maderera están vinculadas en 2015 a la obra pública, y en menor medida a la construcción privada. También sufren los madereros la altísima carga impositiva que grava la producción y el comercio en nuestra provincia”. Según su punto de vista, “lamentablemente hemos asistido en los últimos años al éxodo de industrias del sector a Corrientes en búsqueda de mejores condiciones para trabajar y producir. En Misiones no existen grandes proyectos de inversión para el sector forestoindustrial. La economía tealera continuará produciendo, aunque con márgenes de rentabilidad reducidos, pero seguirá siendo un negocio concentrado que poco derrama hacia los pequeños productores.
La producción de alimentos seguirá sufriendo las consecuencias de las erráticas políticas renovadoras. Puede ser que en un año electoral los productores reciban mayor ayuda financiera del Estado, pero sin resolver los problemas de comercialización y asistencia técnica que enmarcan a la actividad”.

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