Cambiar descanso por servicio, idea enriquecedora

Domingo 31 de agosto de 2014
Atentas a la necesidad. | Margarita y sus compañeras, fuerza viva en 25 de Mayo. | Foto: Julio César Vázquez
Un negocio poco convincente. Al menos en estos tiempos en que prima el individualismo. Canjear el preciado tiempo de descanso por momentos de servicio. Pero alguna vez ella dijo a este diario que “es una oportunidad para alegrar el alma”. Margarita Ostapowicz creó -con varias amigas, compañeras de trabajo en el municipio y vecinas- hace cuatro años el "Grupo solidario".
Ella concilia los quehaceres domésticos con el servicio al semejante, que puede ser un enfermo sin recursos con receta médica en la mano, o alguna familia afectada por un incendio y que merece una vivienda nueva con todos los elementos necesaria.
Ellas -últimamente aceptaron también a algunos varones- tienen una comisión coordinadora, organizan bailes, ferias de platos, bonos solidarios y colectas de todo tipo, para contar con el respaldo de un fondo permanente para las frecuentes emergencias.
“Ayudamos sin mirar religión, condición social, posición política. La necesidad no tiene marca. Y a todas nos sirve esta labor como un enriquecimiento personal que a cada persona nos aporta el asomarnos a otras realidades”, analizó Margarita.

:: Notas relacionadas
Escoltas de la solidaridad
Colecta comunitaria por los niños mbya
El guiso de la plaza, símbolo de comunión
Cada uno aporta su cuadrito de tela
El desafío de luchar contra el analfabetismo
Los jóvenes y una murga que busca rescatar sonrisas
Hogar Santa Teresa: una obra de amor al prójimo
La conciencia ecológica como puente para ayudar a otros
Bruno se preocupa por la salud y reactivó a la comunidad
El impulso desde una historia difícil