Eric Barney, sinónimo de energías renovables en la tierra colorada

Domingo 30 de octubre de 2016
Difícil seguirle el tranco al ingeniero Eric Barney, quien a los 75 años mantiene la energía y capacidad de trabajo que siempre lo caracterizaron. Dicen que el músculo tiene memoria, teoría que en su caso estaría más que justificada por tratarse de un ex atleta olímpico. Pero el fenómeno Barney es amplio y heterogéneo, imposible de encasillar. Deportista de elite internacional, docente e investigador universitario, referente del desarrollo y difusión de energías renovables en la provincia, defensor a ultranza del medioambiente, activista social y productor de yerba mate orgánica son algunos de los aspectos que lo definen.
Ya jubilado del ámbito universitario, sigue trabajando y asesorando en proyectos privados, al tiempo que se mostró entusiasmado en colaborar con el ministro de Energía de Misiones, Sergio Lanziani, quien lo contactó por su experiencia en el desarrollo de energías renovables.
“Lanziani es hijo de colono, no como tantos otros, hijos de abogados que nunca fueron a la chacra. Además el gobernador (Hugo) Passalacqua es de Oberá y creo que estamos ante una oportunidad única para hacer cosas. Esperemos que se concreten las ideas”, subrayó.
En diálogo con El Territorio, hizo hincapié en la necesidad de dotar a los pequeños colonos de la tecnología básica para autoabastecerse de electricidad mediante microturbinas hidráulicas, aprovechando los arroyos de la zona. Al mismo tiempo, se mostró contrario a las grandes obras hidroeléctricas, como el proyecto Garabí, “porque esa energía va para otro lado, no viene para Misiones. Eso que un tercio de la energía va a quedar acá es mentira, puro espejitos de colores”, aseguró.

Proyecto Tigre
Aunque su nombre figure en Wikipedia, el ingeniero Barney no se la cree y mantiene la sencillez intacta, siempre interesado en educar y promover la ciencia a favor del sector primario.
Y toda pasión tiene su génesis. “De chicos íbamos a una chacra de un sueco que tenía una turbinita hecha por él, todo de madera y chapas, y tuvo luz 20 años. Siempre miraba eso y me quedaba azorado porque el arroyito le daba la luz. Así entendí la importancia que tienen estos recursos y me interesó el tema”, precisó.
Contó que hace poco reactivó una microturbina en un salto en Colonia Guaraní que cambió la vida de los propietarios de la chacra. “Ahora los chicos pueden mirar tele en la casa, pero antes tenían que caminar dos kilómetros; y la señora puede usar el lavarropas. Esas cosas me inspiran para seguir”, agregó.
Como ejemplo de su trabajo en la zona Centro, destacó el proyecto arroyo Tigre, en Campo Ramón, que desde hace varios años abastece de energía eléctrica a la Facultad de Ingeniería. Se trata de un diseño sustentable y exitoso, desarrollado durante el gobierno de Ricardo Barrios Arrechea.
Fueron varios emprendimientos similares, pero la mayoría quedó en el olvido. “Siempre faltó tiempo y recursos para este tipo de obras. Entonces -preguntó-, ¿por qué pueden poner 40 millones para estudiar Garabí y no le dan un mango a los pequeños proyectos?”.
De todas formas, ponderó el interés de la actual gestión provincial y anticipó que empezarán a trabajar en la construcción de arietes para el bombeo de agua y pequeñas turbinitas. “Miniturbinas de 10, 20, 30 megas con la que vamos a poder abastecer a la provincia con energía”, explicó.

La clave es educar
Ante los conocidos perjuicios de las grandes represas, Barney hizo hincapié en revalorizar los pequeños emprendimientos en las chacras. “Hay que ver lo hizo Ostratiuk en Los Helechos, algo bien casero que con poca plata funciona y le da luz”, graficó.
Y remarcó: “Tenemos que enseñarle a los colonos que con un saltito de dos metros y 20 litros por segundo, pueden tener luz todo el día. Cosas que hay que promocionar porque Misiones es la provincia más rica en agua del país”.
Por ello, insistió con la necesidad de comenzar con proyectos chicos y un espacio para exhibir las bondades de las energías renovables.
“En Oberá queremos reflotar el proyecto de un centro demostrativo que comenzó hace un año la Unidad Ejecutora Provincial y luego nos abandonaron sin notificarnos nada. La idea es contar con un espacio para las diferentes energías, con especialistas que expliquen y se puedan hacer demostraciones. La idea es educar”, remarcó.
“Yacyretá ya se hizo, ya se lucró. Pero no jodamos más con las grandes obras y empecemos a darle bolilla al interior”, agregó sin filtro, como siempre.


Hacedor incansable Eric Ricardo Barney nació en Oberá el 10 de mayo de 1941. Actualmente está casado y tiene cuatro hijos.
Estudió ingeniería en la Universidad de Berkeley, Estados Unidos.
Durante 30 años fue investigador y docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), donde también fue decano (entre 1990 y 1994).
En la actualidad, alterna su residencia en Posadas y en la chacra que posee en Oberá.
Allí, en el municipio de la zona centro, es donde produce yerba mate orgánica que se comercializa bajo la marca Anna Park.
En su juventud compatibilizó como pocos el estudio y el deporte, al punto que fue varias veces campeón Sudamericano de la salto con garrocha y compitió en los Juegos Olímpicos de México 68.
Con su hermano mellizo Ian, saltador con garrocha ya fallecido, escribieron varias de las páginas más importantes de la historia del atletismo misionero.
Hoy, a sus 75 años, sigue manteniendo el fervor de la juventud y las ganas de trabajar en el desarrollo de propuestas para la provincia.

Por Daniel Villamea
danievilla@yahoo.com.ar


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