Para Cubas, el fútbol es su causa

Domingo 30 de noviembre de 2014
Celebra 30 años entrenando chicos. Y el destino le está compensando de la mejor forma: su hijo Andrés (18) está jugando en Boca con grandes expectativas de ser titular y el mayor, José Armando (19), se destaca en la 4ª división de Huracán de Parque Patricios.
Curtido por un trabajo responsable, serio y dedicado, sabe también de las infamias: “No faltan quienes sostienen que yo me ocupo sólo de los míos, que por eso mis hijos llegaron donde están; nada más infundado, uno difícilmente conforma a todos. Pero yo no tengo horarios, me ocupo de cada cual como me ocupé de los míos".
"Les dedico todo mi tiempo, vivo en la cancha con y por ellos, de lunes a viernes de 7 a 11 y de 14 a 20. Y los fines de semana acompañando a los equipos en los partidos que juegan, o de noche en la Liga Obereña, no me queda tiempo para responder los delirios ajenos; contesto con mi trabajo”, dice.
El Negro -como lo llaman en el pueblo- hizo un entretiempo para hablar con El Territorio mientras ajustaba con sus colaboradores la participación de once equipos -categorías del 98 al 2008- en el campeonato de la Liga Obereña de Fútbol Infantil, justo cuando juegan de locales y la cancha fue afectada a un evento solidario.
Cubas sintetiza el trabajo a pulmón de un grupo de padres que sostiene desde hace varios años la Escuela Municipal de Fútbol aristobuleña. “En los comienzos éramos pocos con Arosena y Carlitos Jubiatsh. Con el tiempo se agregaron otros, como Esteure y Sheren. El primer viaje fue a Capioví hace más de 20 años. Siendo intendente Joaquín Rietz le presentamos el proyecto de creación de la Escuela Municipal de Fútbol y aceptó. Y gracias a Dios, al esfuerzo de los padres y el acompañamiento de la comuna, pudimos mantenernos", valoró.
“Hubo tiempos brillantes y otros no tanto. Luego vinieron épocas de contactos con gente de Newell's y de Boca, y con mucho esfuerzo logramos interesarlos en nuestro semillero, con altibajos, es cierto, pero jamás bajamos los brazos. Fueron varios chicos a quedarse, probando oportunidades aunque sin demasiada suerte. El paso importante lo dimos, oportunidades tuvieron muchos, pero las exigencias son muy altas y nuestro equipo hace este trabajo con mucho amor, nunca privilegiando unos sobre otros".
"Nos brindamos a todos por igual, jamás cobramos nada por estas gestiones. Por eso me duele la crítica, no respetan nuestro trabajo".
Cubas padre también recordó las primeras visitas de los captadores de talento de Boca: Néstor Perotti y Alejandro Farías. "De inmediato convocamos a chicos de San Pedro, San Vicente, El Soberbio, Oberá, 25 de Mayo, Capioví. Hace quince días estuvieron nuevamente acá y preseleccionaron a un chico de San Pedro, otro de Oberá y algunos nuestros”.
Otro tema en el que ponen mucho celo es el cuidado de la cancha, ya que “la mantenemos y existe mediante nosotros, el césped, el tejido, arreglamos nosotros, cuidamos que no se maltrate”.
Con Cubas y sus ayudantes practican fútbol 200 chicos de Dos de Mayo, Salto Encantado, Campo Grande y Aristóbulo del Valle, incluyendo quince de las comunidades guaraníes del valle del Cuñá Pirú, entre ellos el joven Baerke Duarte de 14 años. Tiene condiciones, como Tomás Fraga, de Oberá, cuyo pase pertenece a un equipo grande de Posadas.

Un largo camino
Cubas (55) nació en Campo Grande y jugó desde los 16 años en Atlético Campo Grande. Pasó por Olimpia de Oberá y estuvo 16 años en Atlético Aristóbulo del Valle.
A la hora de hablar de sus hijos futbolistas, y mientras inevitablemente asoma su esposa, explica que “Andrés –el benjamín de Boca- vino conmigo a la cancha desde los 5 años y a los 9 ya demostraba altas cualidades que ponderaba todo observador. José Armando (19), que juega en Huracán, terminó la secundaria en Buenos Aires, ahora mezcla el fútbol con el profesorado de Educación Física. Ambos viven juntos. Para Andrés la cosa es más complicada, estuve hace poco allá para hablar por él con sus profesores de la secundaria porque las exigencias en Boca lo tienen faltando mucho, entonces fui a pedir alguna consideración para que no pierda el año. Para el partido ante River estuvo concentrado desde el martes, entonces pierde muchas horas de clase”, comentó la madre de los futbolistas.

Méritos compartidos
Cubas reconoce en sus colaboradores, Héctor Dos Santos y Pato Marzenko, una lealtad y acompañamiento “de fierro”. Y valora y rescata “la buena comisión de padres presidida por Omar Dos Santos”.
Hombre de puro trabajo, Cubas habita con sus hijos más pequeños (dos nenas y un varón) en una casa modesta en el Barrio Bancarios, en la planta urbana de Aristóbulo del Valle.
Y no duda en develar que “nos ha costado mucho colocar a nuestros hijos adonde llegaron, nadie los apadrina a mis hijos, aunque debo agradecer públicamente a Avelino Pulkoski, persona servicial que cada vez que nos vio en apuros organizó pequeñas colectas para alivianarnos los gastos de pasajes y estadía de nuestros jugadores en Buenos Aires”.

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