Frutales que amplían la oferta de las chacras misioneras

Frutales como ananá, nuez pecán, mamón, paltas y uvas, resultan en la provincia una buena alternativa productiva. Los productores que optaron por el cultivo de algunas de estas frutas comercializan su producción en chacra, en las ferias francas, en cooperativas locales y algunos han tenido posibilidad de llegar también al Mercado Concentrador de Buenos Aires. Sin embargo, hay aún más posibilidades para participar del mercado nacional e incluso del internacional, aunque todavía es necesario alcanzar mayores volúmenes de producción y lograr la permanencia, según sostuvo Héctor Barboza, director de Desarrollo y Producción Vegetal del ministerio del Agro y la Producción de Misiones (Map).
En diálogo con El Territorio, analizó la actual situación de estos cultivos, logros, aciertos y desaciertos y las potencialidades en cuanto a comercialización de los frutales que lograron encontrar su lugar en la provincia.
“Los resultados alcanzados hasta ahora tienen que ver con una estrategia planeada de cultivos viables para Misiones, basados en clima, suelo y considerando la posibilidad del mercado y la actitud del productor de adoptar un desafío y encarar una nueva actividad”, dijo.
Y recordó que estos frutales implican toda una variedad de nuevos factores que hay que tener en cuenta para que sean alternativas viables en la provincia. Para implementar los programas Ananá, Nuez pecán, Paltas, Mamón y Uvas en Misiones, el Proalimentos fue una herramienta primordial, ya que posibilitó a los productores el acceso a plantines de alta calidad y sanidad, implementos para la producción y la capacitación respecto a los nuevos cultivos. En ese sentido, el Map lleva adelante un trabajo conjunto con el Inta en la provincia, de asistencia técnica y productiva.
“La fruticultura es una actividad nueva y, si bien no son cultivos importantes, en cuanto a que sean muy difundidos en Misiones, en algunas zonas puntuales sí lo son, porque constituyen una actividad de renta importante”, dijo Barboza. Y subrayó que se trata de una actividad que demanda una especialización intensiva, una formación y la actitud de tomar con toda la seriedad el cultivo.
Según Barboza, los mejores resultados se observan en el caso de la nuez pecán, ya que antes de 2009 no se visualizaban productores de dicha fruta, excepto una empresa privada emplazada en Campo Grande, con 40 hectáreas productivas. Mientras que al día de hoy, Misiones tiene 400 hectáreas y 30 productores dedicados a la nuez pecán, según datos del Ministerio del Agro.
“Es el ejemplo más emblemático, ya que se partió de una base de 30 productores, a los que se capacitó y, además, se hicieron experiencias de intercambio. Teniendo en cuenta la demanda nacional e internacional, nos dio un cuadro de situación que nos permitió argumentar el inicio del cultivo como alternativa productiva y generar apoyo a los productores. Como no era posible un financiamiento total, se optó por darle apoyo a la compra de plantines, lo más prioritario e imprescindible", explicó el funcionario provincial.
Y puntualizó: “Se arrancó en el 2009 y los resultados son buenísimos. Están las plantas a la vista en cuanto a su crecimiento, comportamiento y producción. Por supuesto, han aparecido, en el transcurso del tiempo del proceso, distintos factores problemáticos, como algunas enfermedades, muertes de planta o insectos, pero fueron controlados en acciones conjuntas con los productores.”
Sobre las posibilidades de comercialización, “el mercado es interesante, y la mayor prueba se ve cuando uno va un supermercado local en Posadas y pide 100 gramos de nuez y el precio es altísimo. Además, hay una tendencia a valorizar y apreciar esta fruta cada vez más, respecto a sus propiedades vitamínicas y nutritivas. También son muy apreciadas en el mercado internacional, tanto Estados Unidos como países asiáticos”.
En cuanto a los volúmenes de producción, “lo más importante se va a dar el próximo año, ya que estamos entrando en el quinto en producción. Se están previendo las formas de comercialización entre grupos de productores misioneros y de otras provincias.”, agregó Barboza.
Otro de los frutales que vuelve a tener impulso en la provincia es el ananá. El cultivo se desarrolló mucho en los años '60 y logró una mayor expansión entre los '80 y '90. Luego, por problemas climáticos y de comercialización, fue decayendo la producción, según recordó el funcionario.
Hoy por hoy, el cultivo de la fruta se extiende en las zonas del Alto Uruguay, Andresito; Alto Paraná, Almafuerte, Colonia Oasis, Colonia Polana y San Ignacio y San Javier.
El programa de cultivo se inició en 2005 con 30 hectáreas y 20 productores, mientras que actualmente se llegó a las 300 hectáreas y 70 productores en actividad, según datos actualizados del Map.
Barboza aseguró que el mercado nacional es muy importante y la provincia podría ser parte del mismo y lograr la permanencia y mayor volumen. “Se habla que Argentina tiene un consumo de 20 a 30 mil toneladas, donde la importación es del 95 por ciento, tanto de fruta fresca como enlatada. Vienen de Ecuador, Bolivia, Brasil y hasta de Paraguay, mientras que la conserva viene de Tailandia”, explicó. “Nuestra producción se encuentra en el orden de las mil a dos mil toneladas, pero no podemos superar las mil hectáreas. Hace falta permanencia para ser participantes de este mercado", concluyó.



Rita Saucedo
dirección@yahoo.com.ar


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