“Una experiencia tiene un recuerdo eterno”
Domingo 7 de febrero de 2016
La fotografía le abrió el camino para conocer diversos países y las más variadas ciudades, cada una con su encanto y cultura particular. Así lo admite Yonathan Adamchuk (25), que desde ya hace varios años captura instantes con su cámara.
En su experiencia viajera, el joven nacido en Alem, llegó a pisar el suelo de más de diez países. África es su continente preferido y planea algún día poder asentarse allí. Vivió dos meses en Mozambique, donde se casó con su novia argentina en una ceremonia en la aldea Mundú de Inhambane. Fue el primer mulungú (blanco) en casarse en ese lugar y todos los aldeanos asistieron a la boda y agasajaron a los novios con regalos.
“Los preparativos empezaron un día antes, el 3 de octubre donde llegaban personas que caminaban entre 20 a 30 kilómetros. Los adornos eran plantas de mamón, hojas de árboles de coco, todo sumaba para decorar. Para el atardecer nos trajeron regalos acompañado de danzas y coros. Fue un día lleno de amor, a ninguno de ellos los conocíamos, marcaron nuestras vidas con cada gesto”, contó Yonathan sobre ese momento.
Yonathan siempre quiso tomar el camino que lo llevase a conocer nuevos destinos pero de chico no tuvo la chance de hacerlo. Lo más lejos que había llegado era a Corrientes.
“Siempre tuve una cabeza llena de sueños. En la escuela observaba que mis amigos se tomaban vacaciones con sus familias, conocían nuevas provincias, nuevos países, yo nunca había tenido esa oportunidad. Cuando me contaban sus experiencias me quedaba con ganas de vivir algo así. Soñaba con recorrer mi país y me diagramé una gira por los lugares que me hubiese gustado conocer en ese entonces”, recordó.
Momentos imborrables
Yonathan dice que la fotografía le permitió viajar porque es convocado por parejas del mundo para que retrate sus bodas. De esta manera, no sólo su cámara guarda momentos inolvidables, él se nutre de ellas, de las personas que conoció y con las que compartió tiempo.
“Muchos jóvenes hoy día trabajan para viajar, a medida que se pueda obviamente. Una experiencia tiene un recuerdo eterno, jamás vas a olvidarte de lo que viviste. Pienso que muchos jóvenes hacen eso porque vieron a sus padres que trabajaron toda su vida, criaron a sus hijos, hicieron su casa, compraron el auto, claro que está muy bien, pero muchos no pudieron viajar demasiado a causa de su rutina de trabajo. Hay un sistema que te obliga a tener poco tiempo para esas actividades”, sostuvo Yonathan, que seguramente tendrá señalado en el mapa el próximo rumbo.
:: Notas relacionadas
→ Cultura nómada
→ La vuelta al mundo con doce kilos de equipaje
→ Dos años de aprendizajes por los caminos de Sudamérica
→ La elección de vivir y andar sin ataduras
→ Viajes de trabajo o estudio, otra forma de conocer el mundo
En su experiencia viajera, el joven nacido en Alem, llegó a pisar el suelo de más de diez países. África es su continente preferido y planea algún día poder asentarse allí. Vivió dos meses en Mozambique, donde se casó con su novia argentina en una ceremonia en la aldea Mundú de Inhambane. Fue el primer mulungú (blanco) en casarse en ese lugar y todos los aldeanos asistieron a la boda y agasajaron a los novios con regalos.
“Los preparativos empezaron un día antes, el 3 de octubre donde llegaban personas que caminaban entre 20 a 30 kilómetros. Los adornos eran plantas de mamón, hojas de árboles de coco, todo sumaba para decorar. Para el atardecer nos trajeron regalos acompañado de danzas y coros. Fue un día lleno de amor, a ninguno de ellos los conocíamos, marcaron nuestras vidas con cada gesto”, contó Yonathan sobre ese momento.
“Siempre tuve una cabeza llena de sueños. En la escuela observaba que mis amigos se tomaban vacaciones con sus familias, conocían nuevas provincias, nuevos países, yo nunca había tenido esa oportunidad. Cuando me contaban sus experiencias me quedaba con ganas de vivir algo así. Soñaba con recorrer mi país y me diagramé una gira por los lugares que me hubiese gustado conocer en ese entonces”, recordó.
Momentos imborrables
Yonathan dice que la fotografía le permitió viajar porque es convocado por parejas del mundo para que retrate sus bodas. De esta manera, no sólo su cámara guarda momentos inolvidables, él se nutre de ellas, de las personas que conoció y con las que compartió tiempo.
“Muchos jóvenes hoy día trabajan para viajar, a medida que se pueda obviamente. Una experiencia tiene un recuerdo eterno, jamás vas a olvidarte de lo que viviste. Pienso que muchos jóvenes hacen eso porque vieron a sus padres que trabajaron toda su vida, criaron a sus hijos, hicieron su casa, compraron el auto, claro que está muy bien, pero muchos no pudieron viajar demasiado a causa de su rutina de trabajo. Hay un sistema que te obliga a tener poco tiempo para esas actividades”, sostuvo Yonathan, que seguramente tendrá señalado en el mapa el próximo rumbo.
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