“Un psicólogo me hizo entender que siempre se abren puertas”

Domingo 28 de junio de 2015
"A la suerte hay que alimentarla con trabajo y responsabilidad". | Foto: Daniel Villamea
OBERÁ (CORRESPONSALÍA). Se retiró pensando que tendría más tiempo para compartir con su familia y los amigos. Pero es tan emprendedor, que hoy tiene varias actividades que llenan su tiempo y se suman propuestas, como ocurrió en las últimas horas con el ofrecimiento para dirigir a Ex Alumnos 185 en el Torneo Federal B de fútbol.
“Mi señora me dice que al final parece que antes tenía más tiempo libre. Pasa que a nadie le digo que no y me mantengo muy ocupado. Y bueno, las pasiones uno no las puede manejar y el fútbol es una pasión”, reflexionó Carlos Marczuk (39).
El obereño colgó los botines en diciembre pasado, tras una exitosa carrera que se prolongó por 18 años y le permitió jugar en todas las categorías del fútbol argentino. Además, disputó copas internacionales con equipos peruanos. Pero todo pasa y llegó la hora de la despedida.
“Lo más triste y lo más feo del fútbol es que nadie te prepara para el después de la actividad. Cuando estamos jugando, no pensamos en el retiro y creemos que vamos jugar hasta los 100 años. Pero cuando llega el momento te caen todas las fichas juntas y eso es lo traumático”, reconoció Marczuk.
Recordó que durante su paso por Crucero fue delegado en Misiones de Futbolistas Argentinos Agremiados y uno de los temas que siempre abordaba con sus colegas era la necesitad de contar con la asistencia de profesionales para asimilar ese cambio de vida.
“En lo personal, una vez que me retiré busqué un psicólogo y me sirvió muchísimo porque pude hablar, desahogarme y decir un montón de cosas que me tenían contrariado, como mi salida de Crucero, que no fue la mejor. Me ayudó mucho para entender que siempre se abren puertas y que hay que estar preparados para nuevos desafíos”, expresó con sinceridad.
Reconoció que no fue fácil dejar el fútbol. Le costó abandonar la rutina de los entrenamientos, concentraciones, viajes y partidos.
“Soy un fanático del fútbol y disfruté cada momento, hasta de la parte física. Por eso es importante el acompañamiento de la familia y los amigos para sobrellevar la ausencia del fútbol. Y los picaditos siempre están para revivir un poco”, subrayó con una sonrisa.
Actualmente desarrolla un taller de fútbol en el Colegio Concordia y colabora con el área de deportes de vicegobernación. Por estas horas analiza la propuesta del Exa. "Tengo muchas ganas de dirigir y me siento capacitado para hacerlo".


La filosofía del Gran Capitán “Muchos me dicen 'Carlitos, qué suerte tuviste vos de jugar al fútbol', y les respondo que no fue sólo suerte. Sí tuve mi cuota de suerte, pero el 90 por ciento de mis logros fue porque me rompí el lomo entrenando, siempre traté de ser lo más profesional posible. En los clubes en los que jugué, siempre traté de ser el primero en llegar, entrenar y no cometer actos de indisciplina. Toda esa doctrina y responsabilidad me permitieron jugar al fútbol hasta los 38 años. La suerte está presente en todos los órdenes de la vida, pero nosotros tenemos que alimentarla con trabajo y responsabilidad. Cuando yo era joven todos mis amigos salían y yo no lo hacía porque tenía en claro que quería ser futbolista”, subrayó.

Por Daniel Villamea
deportes@elterritorio.com.ar


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