Los vecinos, una pieza clave para lograr el rescate

Para lograr el rescate de la historia de una comunidad, siempre es imprescindible el compromiso y la conciencia de parte de sus habitantes. Y Corpus no es la excepción. El trabajo de restauración comenzó y continúa de la mano de los vecinos. Son las familias del pueblo las que encuentran los vestigios de lo que fue el conjunto jesuítico-guaraní Corpus Christi en los patios de sus casas y luego, los entregan al equipo de especialistas que se dedica al estudio y exposición de dicho material.
Sin vacilar, María Báez y Hugo Álvez -madre e hijo y vecinos de Corpus- prestaron sus tesoros jesuíticos-guaraníes para la muestra que se realizó semanas atrás en la comuna. El material fue encontrado en el terreno de su vivienda y luego de la exposición, volvió a su lugar de origen. Las piezas serán donadas cuando se habilite un lugar estable donde mostrarlas al público.
En su casa de Corpus, Hugo contó a El Territorio que forma parte de la tercera generación de su familia que nació, creció y murió en Corpus. En el mismo terreno donde hoy habita con su madre, vivieron sus bisabuelos, quienes, al igual que él, trabajaban con la tierra.
“Para nuestra localidad todo me gusta; que haya museo, que vengan los turistas y se haga lo que se tiene que hacer dentro del predio, eso lo anhelamos hace mucho tiempo. Y ojalá que salga esto porque es muy importante para nuestra comunidad, si alrededor tienen, porque nosotros no vamos a tener. Sólo hay que ponerla en valor", dijo.
El hombre, de 42 años, conserva algunas monedas de sus antepasados y otras que ha encontrado limpiando el predio o trabajando entre las plantaciones. Cuando llueve suelen encontrarse algunos restos entre la tierra y los escombros. Uno de los tesoros es una pulsera original de cuentas azules y turquesas hechas de vidrio y cerámica. También tejas casi completas de las construcciones jesuíticas.
“Si va a salir algo, que salga, que es tan importante para nuestra comunidad. Yo siempre apoyé este tipo de cosas. Hay muchos que no le dan valor a esto, pero para mí sí, como yo soy hijo de este pueblo...", dijo.

Desarrollo para el pueblo
No es la primera vez que Hugo y María escuchan las intenciones de rescatar la historia. Años anteriores, recibieron la visita de personas y especialistas interesados en restaurar las piezas y con intenciones de trabajar en el lugar. Pero recién en 2013 empezaron a realizar las excavaciones para la puesta en valor.
“En este tiempo escuché muchos rumores, que se hace y después no se hace nada y queda todo en la nada. Sin embargo, nosotros siempre lo cuidamos y lo tenemos acá”, aclaró Hugo.
Y luego contó: “Estudiosos de Buenos Aires me decían 'no lo puedo creer, estoy palpando lo que estudiamos por libro, jamás creí que iba a palpar en mi mano un original'”.
En los últimos meses, algunas lápidas que se encontraban en el terreno de la familia fueron robadas. Pero Hugo sigue encontrando otros tesoros: “Ahora tengo más piezas que estoy juntando y las estoy por limpiar”.
La responsable del proyecto de rescate, Estela Garma, viene trabajando con la comunidad desde diferentes espacios, y destacó el cariño, el afecto y el resguardo de la gente de Corpus. Sin eso, sería imposible el rescate del tesoro guaraní.
Para Garma, se trata de un trabajo en conjunto con los especialistas, la comunidad y el gobierno para el desarrollo cultural y económico de Corpus. “Con esto, Corpus puede vivir del turismo y los chicos no necesitan irse. Pueden vivir de su propia historia y crecer culturalmente”, agregó la especialista.
Por último, Hugo anheló: “Ojalá que salga y se continúe este trabajo. Eso es lo que queremos. Estamos guardando esto y el día de mañana, cuando tengamos un museo, lo llevamos, lo dejamos y sabemos que es nuestro, está ahí y vemos lo que es. Por eso es tan importante”.

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