En el Nadasdy, un nuevo espacio para los tesoros guaraníes

Domingo 1 de febrero de 2015
Interés. | Las piezas reflejan un período fundamental de la historia y de la riqueza de Misiones y la región. | Foto: Natalia Guerrero
Gladis Dañeleski nació en Corpus y desde hace más de dos décadas trabaja en el Museo Nadasdy, recientemente reinaugurado y uno de los sitios de visita obligada en San Ignacio.
La mujer cuenta con esmero la vida de don Miguel Nadasdy, un inmigrante rumano que se instaló en la localidad, trabajó muchos años como sastre y por su carácter reservado fue eje de muchas leyendas urbanas (“cuando yo era chica caminábamos por la vereda de enfrente por el miedo a las historias que se contaban”), pero que dejó un rico legado en su casa-taller, convertida en un muestrario que abarca desde sus implementos de trabajo hasta -principalmente- arte jesuítico-guaraní.
El amplio local sobre la avenida Sarmiento cuenta con un salón de usos múltiples, un apacible patio y el novedoso laboratorio de restauración, donde trabajan Estela Garma, como integrante del museo (allí interviene también en piezas de Corpus) y su marido Andrés Sansoni, “de prestado”, ya que el centro de interpretación de la reducción de San Ignacio Miní, su lugar de labor, está en refacciones.
Este taller cuenta con equipamiento especial que se utiliza en un ambiente controlado, al igual que el del museo.

Pertenencia
Sansoni hace hincapié en el origen de Nadasdy para llamar a la toma de conciencia sobre la importancia de las riquezas del lugar propio.
Por caso, destaca sobre las reducciones de Corpus: “Estaba en el imaginario que eso valía, pero como es tan común, lo ves todos los días, lo vieron tus papás, tus abuelos, pasa a ser algo normal. El que viene de afuera lo aprecia mucho más, pero es un trabajo que hay que hacerlo”.
Por ello insiste en que los trabajos de rescate y restauración del patrimonio cultural no deben hacerse pensando en el elemento en sí, sino en la comunidad, la cual debe sentirse parte y conocer lo que tiene para apreciarlo.
Gladis lo ejemplifica con su vida: “Hace 26 años me casé con una persona que no quería saber nada con las ruinas, decía ‘esto es un espacio que se podría haber aprovechado para otra cosa, acá pasamos una máquina y hacemos esto o lo otro; hoy andá a tocarle una piedra, le mueven la fibra más íntima si le dicen algo contra las ruinas”.
El museo atesora parte de la colección de más de 1.000 monedas y medallas que Nadasdy donara en su momento a la Provincia para conformar el museo Andrés Guacurarí en Posadas.
Las instalaciones del espacio pueden recorrerse de lunes a domingo de 9 a 19.

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