“Es un flagelo social”

Domingo 7 de octubre de 2012
Basilio Torres. | “Las denuncias se incrementaron de la mano de la tecnología”. | Foto: Marcos Otaño
El psiquiatra legista Basilio Torres, con 40 años de trayectoria médica, recibió a El Territorio en su consultorio de calle Belgrano 1990, donde planteó que las violaciones “son el flagelo de la sociedad actual”, aunque aclaró que su origen puede rastrearse desde los primeros momentos de la historia de la humanidad.
“La violación sexual es un tema que preocupa y sensibiliza a nuestra sociedad con referencia a poder encontrar una solución a esta problemática que cotidianamente está presente en las crónicas policiales. Pero tiene sus origen en el inicio de la historia universal”.
Aunque consideró que la estadística creció en los últimos años de la mano de la educación en el paradigma de los derechos humanos y del mayor acceso a la comunicación y a la información con las nuevas tecnologías, lo que alienta cada vez más a las víctimas a denunciar.
“Se ha incrementado la estadística; pero la violación siempre existió y siempre se ha tratado de callar esta situación, de mostrarla como natural. En la actualidad, a través de los avances de la tecnología que permiten el acceso a la información y la comunicación se avanzó en la educación masiva en cuanto a derechos y obligaciones de los ciudadanos. El Estado realiza difusión con carácter preventivo, los chicos tienen información básica en las escuelas”.
Según consignó, de 1400 denuncias realizadas en 2011 en el país, 495 fueron llevadas a juicio y se condenó a 152 abusadores. Cada seis horas una mujer denuncia violación en la Argentina.
“El alcohol y las drogas no legales son elemento que influyen en determinadas circunstancias para predisponer a la violación, al producirse la desinhibición de los controles éticos”, consideró.
La problemática de los ataques sexuales “es muy compleja, en su abordaje seguramente habrá diferentes posturas y no hay una verdad absoluta; lo cierto es que las víctimas necesitan contención ante una experiencia traumática”.  
En este punto, expresó que “el diagnóstico que se da una víctima de violación es el trastorno del estrés postraumático, frente a las severas secuelas psicotraumáticas es importante que la persona reciba esta contención de un profesional”.

Castigos históricos
“El instinto es lo que cada individuo trae al nacer y no necesita aprender, como el instinto de nutrición, el instinto gregario que es la necesidad de vivir en sociedad y el instinto de perpetuación de la especie, el instinto sexual que es el que puede llevar a cometer el delito de violación”, detalló.
Y realizó un repaso acerca de cómo fue cambiando el concepto y la configuración del delito de violación a lo largo de la historia:
Los indicios más antiguos de tipificación del delito de violación tienen unos 4 mil años y se remontan al Código de Hammurabi, basado en la Ley del Talión, que sancionaba la violación de una mujer según fuera casada o virgen con la muerte; aunque por supuesto, el bien jurídico tutelado no eran los derechos humanos de las mujeres a las que no se les reconocía su independencia del varón.        
En la Edad Media, el delito se configuraba según el aspecto de honorabilidad de las mujeres, por lo que las violaciones de mujeres de  clases bajas por parte de varones acomodados era común y no se penaba.
En la Edad Moderna el delito de violación fue tipificado de acuerdo a principios jurídicos nacidos de la Revolución Francesa, reconocidos en la Declaración de los Derechos del Hombre, el objeto jurídico protegido fue la libertad de las personas respecto a su autodeterminación sexual.
En la sociedad contemporánea,  está consagrado el derecho a la integridad.
La violación masiva de mujeres y niños atrapados en territorios en guerra fue utilizada sistemáticamente, con la mayor crueldad. Lo que fue tipificado como delito de guerra, pese a que en muchos casos queda impune.

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