La fiebre que atrapa a miles en todas partes del mundo

Domingo 17 de julio de 2011
Un personaje. | Don Lezcano, parado en uno de los puntos por él señalados. | Foto: Natalia Guerrero
Lo verdadero y lo mitológico parecen pareja ideal para crear leyendas en todas partes del mundo. En Paraguay, la más aferrada entre quienes creen algún día poder encontrar algún tesoro enterrado, es la plata yvyguy.
Según Hernán Candia, buscador profesional de tesoros, dijo que conoce por lo menos mil casos de gente que encontró cofres, cántaros y otros recipientes.
El mito se asegura se remonta a la Guerra contra la Triple Alianza, cuando supuestamente el mariscal Francisco Solano López hizo esconder -nadie sabe dónde exactamente- oro y plata.
Esa afirmación hizo renacer la historia de que los árboles que tienen luminosidad, que seres que señalan con el dedo índice el lugar donde está ubicado el oro o hasta versiones de perros que toman forma humana, como el entorno a los tesoros escondidos.
“Mi papá sacó dos cajones. Él sabía cómo sacar el plata yvyguy, conocía los códigos y sus significados. Un día su compañero le quiso traicionar pero una fuerte señal le advirtió”, cuenta Ángela González (70), para quien hablar de estas cosas es absolutamente normal. Todavía, ella cree, hay plata yvyguy en Paraguay, incluso en carretas.
No aparenta su edad. Habla con mucha naturalidad de sus experiencias. Recuerda cuando ella tenía siete años, cuando su padre, Salvador González (Chalo'i), extrajo un cajón con chimbe en Guarapí, Yaguarón.
Lo abrió y se encontró con un montón de carbón, que lo dejó junto al pozo de donde lo sacó.
“Es carbón nomás”, dijo. Horas después pasó por ahí otro vecino y se lo llevó, encontrándose con que era oro.
“Ese señor era el que creó con esa fortuna la empresa de ómnibus Paraguarí, dijo la señora.
El hecho de que esa señora paraguaya haya mencionado la decepción de uno de los buscadores al encontrar sólo carbón, no hace más que coincidir con lo que uno de los buscadores más reconocidos de Misiones, también se encargó de detallar.
“Cuando se encuentra carbón, es la señal más clara y premonitoria, que allí hay metales enterrados”.


Una cueva entre Misiones y Paraguay
Las historias de buscadores de tesoros, de entierros de la época de las Misiones Jesuíticas y de cofres que se corren porque no son para los que lo encontraron, parecen alimentar a otra increíble historia que se sostiene al borde del peñón del Tecyú Cuaré, en San Ignacio.
Los buscadores que se animaron a detallar, siempre en el anonimato, sobre lo que fueron descubriendo en las últimas décadas, dijeron: “Hay una cueva que conecta con el Paraguay, con un cerro que se llama Panza de Indio Muerto..., es difícil de creer, pero esa cueva pasa por el fondo del Paraná...”.

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