Insisten en vincular el homicidio de Sánchez con su función en Aduanas

Lunes 3 de marzo de 2008
La teoría de un crimen por encargo, quizás vinculado con las actividades que desarrollaba Gabino Sánchez como administrador de la Aduana de Bernardo de Irigoyen, es la de mayor sustento en el ranking de hipótesis que elaboró la Policía de la provincia de Misiones.
El funcionario santafesino, de 52 años, fue ultimado de un balazo en la cabeza alrededor de las 23 del viernes, en el interior de la vivienda que habitaba junto a su esposa María Cristina Radaelli (50) en el barrio Soberanía Nacional de la localidad de Bernardo de Irigoyen.
Los investigadores no tienen dudas de que se trató de un homicidio con el sello característico de la mafia, pero aún no pudieron establecer las causas de la decisión de ejecutar al aduanero.
La agencia de noticias Télam publicó que para hoy se aguarda la llegada a Misiones del Director General de Aduanas, Ricardo Etchegaray.
El funcionario tiene previsto reunirse con las autoridades de la Aduana de Irigoyen con el objetivo de interiorizarse de la investigación que Sánchez llevaba adelante en esa repartición y con los investigadores policiales y judiciales.
Fue el mismo Etchegaray quien hizo pública la pesquisa que encabezó Sánchez en Irigoyen, donde habría detectado una maniobra de evasión al fisco que se presume multimillonaria, dejando entrever la posibilidad cierta de un asesinato mafioso.
En medio de las pesquisas, ayer trascendió que la víctima habría ordenado el secuestro de un camión repleto de artículos de exportación.
“Para tener una idea del volumen e importancia de la carga -indicó el informante-, basta mencionar que la Aduana multó al propietario en 250.000 pesos”, consignó.
No se supo por qué el camión fue retenido, pero lo cierto es que los detectives siguen el episodio con detenimiento.
Es que la tarde previa al crimen, Sánchez habría mantenido una acalorada discusión con una persona en la sede de la Aduana, aunque esta versión no fue confirmada en forma oficial.
Otra de las teorías respecto del móvil del crimen tiene que ver con el sumario que Sánchez habría abierto en contra de varios despachantes de Aduana, al parecer implicados en el envío de mercaderías al exterior a nombre de personas fallecidas.
En las últimas horas del sábado, la Policía dio a conocer el identikit de otro sospechoso que habría sido visto por un vecino a una cuadra del escenario del crimen, minutos después de escucharse la detonación del revólver calibre 38 que acabó con la existencia del funcionario santafesino.
La autopsia estableció que el disparo se produjo a no más de 50 centímetros de distancia, lo que confirmó que la víctima fue literalmente ejecutada, cuando estaba tendida en el piso, completamente indefensa.


“Fue un disparo certero”
“El disparo fue certero, de una persona preparada, no era que quería lesionarlo y nada más; tuvo la intención de ejecutarlo”, indicó ayer a este diario uno de los hombres asignados a la investigación del crimen del aduanero Gabino Sánchez.
La misma especie indicó que todo apunta a que el asesino se ubicó a la altura de la cadera del funcionario, quien estaba tendido en el piso con la cabeza sobre sus manos,  posiblemente sobre su flanco izquierdo, cuando accionó el gatillo.
El hecho de que el pistolero huyó sólo con el teléfono celular de la esposa de Sánchez daría por sentado de que no se trató de un crimen en ocasión de robo, más allá de que la investigación aún está en pañales.
“De haber sido así no se explica por qué ejecutó a un hombre que estaba en un estado de indefensión total y que en ningún momento amagó con resistirse”, consignó el uniformado.
En su funesto recorrido el proyectil atravesó la cabeza de la víctima, de izquierda a derecha, también la mano y rebotó en el piso para volver a lesionar esa extremidad.
Eso explica porque el aduanero tenía dos lesiones en la mano.
Gabino Sánchez tenía 52 años y era padre de cinco hijos.
Tras los procedimientos legales de rigor, su cuerpo fue trasladado a la localidad santafesina de San Lorenzo, donde recibió los cortejos fúnebres pertinentes.