(Enviados especiales). La casa se hizo con el resto de lo que por los 1.600 era el Cabildo Jesuítico, según se informa desde la Casa de Cultura. Expulsados los jesuitas de las misiones, todo fue saqueo y destrucción. Las construcciones quedaron esparcidas por doquier y quienes muchos años después se animaron a pisar la tierra empezaron a adueñarse de lo que por entonces ya se había refundado.
Clodomiro Márquez construyó su casa en donde según la historia estaba el cabildo de los jesuitas. Márquez terminó su casa, se estima, entre los años 1930 y 1940, fecha en la que también se construyó la actual iglesia de Concepción.
“Cuando llegué y empecé a trabajar, todos decían que yo la iba a destruir y que iba a hacer un estacionamiento, un supermercado… en fin, lo que estoy haciendo es revalorizarla y dejarla lo que más se pueda en su estado original”, dice el nieto de Clodomiro, Carlos Márquez.
Y Carlos Márquez muestra su trabajo que, por ahora, se centra en el interior de la casa que cuenta en su casi totalidad, con los materiales utilizados por los jesuitas.
“Uso este cepillo para sacar las impurezas”, dice y muestra sus herramientas con las que desde el año pasado está llevando a cabo algo que por años nadie suponía iría a suceder.
“Miren, pasen al fondo, que acá está lo importante”, dice la madre de Carlos y en el fondo, efectivamente, está lo que pocos o nadie sabe.
Paredes aún en pie de lo que se fueron las reducciones de hace 400 años. Pisos con las lajas de aquella época y decenas de piedras y piezas que alguna vez conformaron, es de suponer, el Cabildo.
Carlos y su madre llegaron el año pasado a Concepción, desde Buenos Aires.
Saben que en su poder, en su herencia, tienen un verdadero potencial histórico.
“Mi idea es lograr que lo nombren patrimonio histórico, y de ser así, sé que tiene que estar abierto al público 30 días al año”, explicó Carlos, que junto a su madre desde hace tiempo están estudiando la historia de Concepción y de sus cómo y sus porqué. Que la guerra, los bandeirantes, la batalla de Mbororé...
“Acá muchas casas tienen el material de los jesuitas, pasa que la mayoría las revocaron y taparon todo vestigio de la época”, dijo Carlos como lamentándose de la decisión. En el patio, las ruinas de los Márquez también se trabaja para una futura reconstrucción a pocos kilómetros de las Ruinas de Santa María.
La leyenda de la Virgen sin cabeza
En el mismo terreno de la casa de la familia Márquez, se encuentra la escultura de la Virgen sin cabeza. La leyenda cuenta que tras las batallas con los bandeirantes, los enemigos destrozaron la imagen de la virgen porque tenían entendido que la obra en su interior era hueca y que allí había oro u otros tipos de tesoros. La cabeza fue cortada pero no era hueca la obra. La otra historia apunta a que uno de los primeros comisarios del pueblo, ordenó destruir con todo lo que estaba de pie y la virgen sufrió las consecuencias...
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