Wanda atrae a todos con sus cavernas preciosas

Domingo 22 de octubre de 2017
Wanda tomó su nombre de una princesa polaca, cuentan con orgullo los pobladores. El suelo, semiprecioso, permite explotaciones al aire libre o subterráneas, que se convierten en brillantes artesanías que recorren el mundo y que hubieran sido también parte de las delicias de esta princesa.
Las piedras están ubicadas a unos 40 kilómetros de Puerto Iguazú, en las localidades de Wanda y Puerto Libertad, en precarias minas a cielo abierto que son una de las mayores atracciones de la provincia.
Cabe resaltar que Misiones está asentada sobre el Macizo de Brasilia, once coladas que constituyen uno de los mayores basaltos del mundo, formado hace 150 millones de años. Del núcleo de la tierra salió la lava, en distintas coladas y al enfriarse, los globos de gas que quedaron aprisionados conformaron la roca básica, basalto, que a su vez origina las piedras semi preciosas. El basalto de Misiones tiene el 93 por ciento de óxido de hierro, de ahí el color de la tierra colorada.
Hay dos tipos de basalto: el constituido por pequeños orificios, llamados amigdaloides, y el basalto vesicular, caracterizado por sus grandes cavidades (la roca con agujeros). El sílice -componente químico del cuarzo-, puro o con diferentes óxidos, penetra a la roca madre.
El cuarzo -químicamente es sílice- es el mineral que pertenece al grupo de las piedras preciosas. Los cristales de cuarzo adoptan una forma particular, de acuerdo con su organización molecular que está determinada por el elemento químico que la conforma: prismas hexagonales bipiramidales, octaedros.
Al penetrar el sílice en la cavidad de la roca madre (basalto), y al tener un enfriamiento abrupto, los cristales no pudieron desarrollarse. Son los cuarzos criptocristalinos: ágatas (translúcidas) y los jaspes (opacos).
Los cuarzos fenocristalinos se originaron por procesos de enfriamiento lento: amatistas, topacios, cristales de roca.
La mayor extracción es de amatista (el cristal de roca no tiene valor gemológico. Si las amatistas son quemadas, se tornan amarillas y se llaman topacios.

De piedras a gemas
Una vez extraídos, se limpian los cuarzos fenocristalinos con ácido muriático para quitarles impurezas y otras adherencias. Se selecciona luego el mineral destinado a gemología, que es la parte de cristal que carece de defectos; sobre él se realizan al menos 57 facetas, para que entre la luz y refracte entre la base y el fondo: ése es el sentido de su lapidación.
Se obtienen así las gemas que después se clasifican. Los cuatro que el mundo tiene en cuenta son: talla, tamaño, color y pureza. La relevancia de estas estimaciones determina su valor. Son piedras preciosas porque su nobleza y su dureza les permiten ser ufilizadas en joyeria.
Para los cuarzos criptocristalinos, no es necesaria la minería, son hallados sobre la superficie, como los cantos rodados.
La explotación de piedras subterráneas o a cielo abierto se transformó en un atractivo turístico, muy cerca de las Cataratas del Iguazú. En 1976 descubrieron una veta, que se convirtió en la primera mina de la provincia y desde entonces comenzó esta oferta.