Volvió la calma al hogar de niños de Montecarlo y proyectan mejoras

Sábado 25 de abril de 2015
Luego de insistentes reclamos, mejoró al situación del Hogar de Niños la Divina Misericordia de Jesús, donde la Justicia había enviado a chicos que sobrepasaban la edad reglamentaria del establecimiento, los cuales causaron destrozos y hechos de violencia.
Actualmente, en el hogar se alojan quince niños de distintas edades. Sólo uno de ellos supera los límites impuestos (tiene 16 años), pero está en proceso legal de ser restituido a su familia.
Los directivos aseguran que el espacio está preparado para recibir a chicos de hasta once años.
Las diversas situaciones de inconducta de los adolescentes que fueron enviados al lugar por la Justicia provocaron que algunos integrantes de la comisión y parte del personal optaran por no seguir brindando servicios.
Sin embargo, ahora volvió la calma y, superados los inconvenientes, se trabaja en varios proyectos para mejorar la estadía de los niños que hoy se encuentran en el lugar.
Días atrás, se eligieron cinco miembros titulares y tres suplentes para la comisión directiva, quienes se disponen a trabajar para solventar los gastos mensuales de la entidad y las necesidades que ésta tiene día a día.
“Siempre faltan cosas, pero en esta oportunidad hemos tomado la decisión de comprar un lavarropas industrial, tenemos el dinero para hacerlo, después seguiremos con la idea de comprar el terreno pegado al hogar, que actualmente estamos utilizando como espacio de juegos para los chicos. Es la propiedad de una iglesia que tiene la buena voluntad de prestarnos”, detalló Jorge Domínguez, integrante de la comisión directiva.
Además, destacó: “Cerramos un ejercicio positivo, estamos conformes. Más allá de que hay cosas que nos faltan, la idea es seguir trabajando por las necesidades, la otra es remozar el edificio, que tiene sus años. Queremos pintar todo, reparar la parte cloacal, que tiene problemas, entre otras cosas”.
Domínguez agradeció el apoyo y la colaboración constante de la comunidad, gracias a cuyo aporte les es posible afrontar elevados gastos fijos mensuales, como el pago del personal que se desempeña en el lugar.