Una gendarme será la única representante argentina

Por las mañanas Patricia Bermúdez luce impecable el traje de gendarme, el trabajo que eligió cuando en 2007 decidió seguir la carrera militar. Por las tardes, se sube al tatami para poner en práctica su otra pasión: la lucha. Santiagueña, de 29 años, consiguió en Frisco, Texas, el único pasaje de nuestro país para los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En la actualidad, la luchadora de la categoría de 48 kilos trabaja para el Ministerio de Seguridad, en el que realiza tareas administrativas. Antes, recorría las calles y realizaba controles policiales y de tránsito.
Como le cuesta conseguir sparrings femeninas, muchas veces compite contra varones. Algo a lo que está acostumbrada desde chica, cuando a los seis años empezó a practicar judo con el fin de “vengarse” de un compañerito que la cargaba.
Los de Río serán los segundos Juegos para Bermúdez, ya que en Londres 2012 había hecho su estreno con la selección nacional. Con orgullo, afirma que fue la primera luchadora argentina en participar en Juegos Olímpicos. Ahora, también será la segunda.