Un pueblo que está empezando a levantarse

Miércoles 22 de octubre de 2014
Recolección. | Camiones alquilados deteriorados, trabajadores desprotegidos.
Ayer no fue un día más en la localidad que parece maldita. Temprano, sobre las calles Mitre y General Paz, había mucha más gente de lo habitual. También más policías. Los habitantes sabían, que a pocas cuadras de allí, la persona con más poder en la localidad, el intendente Jair, se sentaría frente a los concejales a dar explicaciones sobre los hechos que lo convirtieron en el más cuestionado durante las últimas semanas y meses. 
“Qué nos está pasando por Dios… las inundaciones, Coleco, ahora esto con la pobre niña, hay muertes y robos, por favor, esto tiene que terminarse”, fue la contundente respuesta sobre el escenario que sin dudas la tiene afligida a la propietaria de un restaurante local. No quiso detenerse en más detalles y hasta sus ojos parecieron nublarse al saber que la prensa nacional está hablando de un intendente y de su hijo acusado de violación.
“Hable con don Martínez, él sabe sobre esto, tiene muchos años acá”, dijo. Sixto Martínez no dudó en asegurar que la interpelación al actual intendente no traería solución alguna. “Pero de alguna manera esto parece tranquilizar a la gente, nosotros vamos a seguir haciendo marchas. Esto tiene que terminar de alguna manera, estamos todos muy indignados con la Justicia. Es imposible que no se haga nada con Coleco, que siga prófugo y que se diga que anda por el pueblo. Acá nadie está en contra de nadie. Sólo queremos que las cosas funcionen y que si no se resuelve acá,  que lo haga la Provincia”, expresó un muy seguro Sixto, empresario hotelero que además, junto a familiares de los padres de la víctima de abuso sexual lleva adelante una colecta de dinero y de mercaderías para la familia que debió huir de su casa.
Sixto destaca que la gente se está despertando y que hay muchos casos pesados sin resolver, donde la Policía y la Justicia corren con la peor sospecha. “Mataron a la dueña de un hotel y nunca se supo nada, ni se sabe si al menos empezaron a investigar. El intendente atropelló a un niño (perdió dos dedos de uno de los pies) y todo sigue igual. Yo me pregunto por qué el Gobierno provincial no se desliga de los corruptos. Empecemos desde cero, eso es lo que la gente está exigiendo”.
Mientras se descongestionaba el movimiento poco habitual del pueblo frente al Concejo, pasó el camión recolector de la basura. Era un camión volcador muy destruido y con uno de los empleados municipales sentado entre la cabina y la caja volcadora. Al igual que sus otros compañeros, iba desprotegido absolutamente contra todo. Al ser consultados,trabajadores de la comuna aseguraron que el municipio no tiene camiones propios, que los alquilan a terceros (quizás allegados al alcalde) y que son obligados a viajar arriba de ellos.
En coincidencia, Sixto Martínez recordó que el servicio de energía eléctrica y el de agua potable siguen siendo unas de las tantas cuentas pendientes de la localidad. “Se corta la luz a cada rato y nunca arreglaron la situación de la planta potabilizadora de agua”, relató.
La interpelación a Pereyra terminó después de 39 minutos. El alcalde se mostró sonriente en todo momento. A once kilómetros del casco urbano, en Colonia Primavera, donde ahora vive la niña y su familia, el papá aseguró lo mismo que dijo cuando vio a su hija ensangrentada y shockeada. Que fue una violación, que no le quisieron recibir la denuncia en la Policía y que ellos no mienten sobre lo ocurrido. La niña está medicada y asistida con un psicólogo. Deberá cambiarse de escuela y con suerte podría volver el año que viene a estudiar. Es que el proceso de recuperación, según los médicos, es de un año al menos.
En el pueblo en donde la gente empieza a despertarse, algo es totalmente seguro: los casos escondidos están saliendo a flote, como cuando colapsa, por ejemplo, la red cloacal.