Un muerto y pánico en escuela paraguaya por escape de gas

Miércoles 21 de marzo de 2018
La que parecía iba a ser una mañana más, pronto se convirtió en una jornada donde la muerte se hizo presente en la ciudad paraguaya de Carmen del Paraná, a escasos 30 kilómetros de Encarnación y a distancia similar de Posadas.
Todo comenzó ayer cuando un operario de la empresa que explota el servicio de potabilización y distribución de agua en esa ciudad se disponía a realizar el cambio de un cilindro que contenía cloro en estado gaseoso por otro. Al parecer, y por motivos aun no definidos porque son materia de investigación por parte de la Justicia del vecino país, hubo una pérdida del gas tóxico que el trabajador, de nombre Miguel Luchen, aspiró y en pocos minutos acabó con su vida.
Allí comenzó a despertarse la psicosis en la ciudad, dado que en segundos el olor del gas se dispersó por el barrio, una escuela lindante y un jardín de infantes.
“A las 8.30 de la mañana, el personal de guardia recibió el llamado de gente de la planta solicitando la asistencia porque una persona aparentemente había sido intoxicada. El personal de guardia asiste al lugar y encuentra a este señor, Miguel Luchen, sentado y con dificultad respiratoria. Entonces procedieron a llevarlo al centro de salud local, donde fueron recibidos por la doctora de guardia, Lisa Amarilla”, detalló a este medio Jorge Javier Medina, comandante regional de Bomberos Voluntarios de Carmen del Paraná.
En consecuencia, dieron aviso de lo que estaba sucediendo a la Unidad de Materiales Peligros, ubicada en Asunción, desde donde les indicaron los pasos a seguir.
“De ahí se procedió a la evacuación de los alumnos del colegio Nuestra Señora del Carmen y a las personas que viven en las inmediaciones. Por recomendación del comando central, se dio la indicación a la gente de evacuar unos 500 metros a la redonda a raíz del viento. También se procedió al despeje de la zona y a clausurar las arterias que dirigen a la planta de tratamiento”, contó el bombero voluntario.
En total fueron alrededor de 1000 las personas que fueron evacuadas por prevención, pero ninguna resultó afectada directamente por la dispersión del gas tóxico.
Medina, el primero en llegar a la zona donde comenzó la tragedia, fue junto a sus compañeros uno de los encargados de taponar la salida de gas del tanque y cuando se aseguraron de que la pérdida estaba contenida, “el cuerpo de bomberos arrojó agua en forma de lluvia para bajar los vapores y controlar la gasificación de los mismos”.
Fueron diez los oficiales de este cuerpo voluntario que estuvieron afectados a la situación, pero también trabajó personal de la Segunda Compañía de Encarnación, personal de la Octava Compañía de San Juan del Paraná y cuerpo de bomberos voluntarios de la ciudad de Fram.
“Nunca vivimos una situación similar hasta hoy”, dijo, ya con el rostro cansado por la jornada que los tuvo desbordados desde la primera hora del martes.
Ayer por la tarde el cuerpo de Luchen, de 60 años, permanecía en la morgue a la espera de que la Justicia determine la entrega a sus familiares para la posterior inhumación.
Otro de los afectados directos fue Carlos Garay, un empleado de la misma empresa, que permanecía en el centro de salud de la ciudad, pero fuera de peligro.
Al momento que El Territorio se hizo presente en el lugar, el olor aún se sentía levemente y ocasionaba picazón en ojos y garganta. Con el piso todavía mojado por el agua que arrojó el cuerpo de bomberos y algunos barbijos dispersos en la zona, las agentes fiscales se disponían a precintar el tanque donde se había originado la tragedia y además le indicaban al representante de la empresa tercerizada que todo el material fílmico de las cámaras de seguridad iba a ser secuestrado para su posterior análisis.

“Estuve encerrada”
“El vecino que falleció era una persona muy conocida en toda la ciudad y muy querida”, dijo Demetria, una vecina que vive a escasos 50 metros de donde sucedió todo y que decidió permanecer en su casa. “El olor se comenzó a sentir y al rato veo que los chicos de la escuela empiezan a salir, me pareció raro, pero no sabía qué pasaba. Ahí fue cuando se empezó a llenar de policías y me entero de lo que pasó. Estuve encerrada desde ese momento hasta ahora y mis hijos obviamente se preocuparon, uno que vive en Londres me llamó preocupado apenas se enteró”, contó la mujer, y añadió que aún no contaban con agua en sus casas y tampoco había certeza de cuándo iba a volver. “Algo así nunca pasó acá, es la primera vez”, sumó.
Por su parte, Celso Giménez, delegado de prensa de la Entidad Binacional Yacyretá del lado paraguayo, contó que la planta potabilizadora es nueva y desde que se hizo entrega a la ciudad, es explotada por una empresa tercerizada: “Esta es la planta potabilizadora de agua y a la vez de distribución. Tiene un tanque elevado, un tanque enterrado, bombas que bombean a toda la comunidad. Estamos hablando de más de 1300 viviendas que se sirven agua potable de acá. En estos momentos el servicio está interrumpido, pero en cualquier momento se va a dar nuevamente el servicio”.
“Se interrumpió -aclaró- porque en un principio se presumió, sin ninguna base científica, que el agua también iba a estar contaminada, pero lo que pasó fue que el gas afectó al aire, no al agua. Se hicieron los controles técnicos con gente de un laboratorio de la Universidad Nacional de Itapúa, se aclaró todo. Los parámetros para el agua son normales y no hay ningún riesgo para el consumo del agua”.
Respecto de lo acaecido en horas de la mañana, Giménez no quiso hacer afirmaciones. “Hay que pasar por una serie de pericias para comprobar qué pasó. Hubo una pérdida y en esa pérdida uno de los operarios aparentemente inhaló en forma directa el gas”, señaló, y aclaró: “Ya se normalizó la situación de los evacuados, se evacuó por el olor del gas que alteró a todo el mundo y al principio generó una suerte de psicosis”.
En tanto, el ingeniero Víctor Mongeloz, jefe de obras complementarias, graficó: “Lo concreto es que hubo una pérdida de gas y la persona tuvo un contacto directo y aspiró ese gas, si bien tenía máscara de gas. El señor, según las filmaciones, se ve que salió caminando y subió a la ambulancia por sus propios medios”.
Por estas horas, la Justicia paraguaya trabaja para descifrar si se trató de un error humano o hubo responsables en la muerte del trabajador. Investigan el suceso Zully Ibáñez y Raquel Bordón.
El intendente de la ciudad señaló que se indagará acerca de las condiciones del mantenimiento de los equipos de la planta y que la empresa que terceriza el servicio de distribución de agua indicó que siempre se cumplió con el procedimiento.
Igualmente, serán peritadas las piezas de la planta y luego de los resultados se sabrá lo ocurrido con certeza.
Sobre las consecuencias de una fuga de este químico, se mencionó que el cloro en estado gaseoso, al mezclarse con el oxígeno, se transforma en amoníaco, y esto genera el olor fuerte, irrita la garganta y los ojos y provoca un sabor amargo. En ciertas cantidades causa la muerte.
Ayer por la tarde la ciudad de Carmen de Paraná, a la vera del curso de agua que divide a Paraguay y Argentina, intentaba recobrar la normalidad luego de una mañana en que la muerte dejó su huella.

Sin riesgo en Misiones gracias al viento
Las condiciones climáticas de esta semana impedirán que la fuga de cloro gaseoso en la planta de tratamiento de agua de Carmen del Paraná afecte a Misiones, señalaron desde el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Provincia.
Entre los motivos para señalar que no hay peligro, la cartera conservacionista mencionó la “limitada magnitud del incidente reportado, la distancia que separa a Misiones del lugar del accidente como también por la dirección actual del viento”.
Se indicó que el viento del sud-sudeste “dispersa cualquier gas, alejándolo del territorio provincial”.
“El pronóstico indica que estas condiciones se mantendrán hasta el jueves (por mañana), cuando el viento comenzará a rotar y soplará del este, llevando todo contenido atmosférico lejos de Misiones”, continuó Ecología.
Y manifestó que aunque desde mañana al mediodía se espera un cambio de viento hacia el cuadrante norte, “las lluvias que se esperan para el fin de semana mitigarían los efectos de cualquier residuo de cloro que pudiera aún permanecer en la zona”.
“Las autoridades provinciales se han puesto a disposición de las autoridades paraguayas y de la EBY para brindar su colaboración en relación al hecho, que se encuentra controlado, de acuerdo a la información oficial”, completaron.
Por Esteban Bueseck
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