Un descubrimiento que apunta a mejorar la producción yerbatera

Por primera vez en Misiones, investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (Unam), del Conicet y del Inta lograron caracterizar todos los genes de la yerba mate (Ilex paraguariensis, en su nombre científico).
A su vez, lograron secuenciar, ensamblar y anotar el transcriptoma que es la parte del ADN de la planta integrada por los genes que producen proteínas (entre ellas la que generan la cafeína -también llamada “mateína”- y la que permite resistir enfermedades, entre muchas otras).
Según la investigación, la yerba mate contiene unos 32.355 genes y 12.551 variantes de genes. Esta contribución servirá para próximos análisis a gran escala que permitan conocer y determinar las características agronómica, biológica y nutricional de la yerba mate.

“Es un avance muy importante para cualquier tipo de investigación futura que se pueda hacer en el cultivo, para mejoramiento, para producción, para biotecnología”, sostuvo Dardo Marti, genetista y decano de la Facultad de Exactas.
Teniendo en cuenta los lineamientos del Plan Estratégico para el Sector Yerbatero Argentino 2013-2028, el mejoramiento genético de la yerba mate es clave para el ascenso de las economías locales de  Misiones relacionadas con el cultivo.
La esencia del trabajo de investigación es lograr un aporte al mejoramiento de la calidad de vida del primero eslabón de la producción que son los pequeños productores. “A ellos les cuesta mucho llegar a todos los plantines. Si necesitan 100, les llegan 20 y los otros 80 los consiguen como pueden, entonces se siguen plantando plantas de origen desconocido; por eso es tan importante cualquier tipo de investigación, porque se va a poder establecer el origen y  la calidad de la planta”, explicó Marti.
En este sentido, la investigación pretende darle valor agregado a la etapa primaria que es la producción de la hoja verde. Esto se logrará a través de dos etapas: la selección y la propagación masiva. “Primero, el transcriptoma nos va a permitir salir a buscar a la provincia y seleccionar las mejores variedades. Y la otra etapa se focaliza en multiplicar masivamante esta plantita que se logró seleccionar para que llegue a los productores”, agregó Mauro Grabiele, genetista e investigador asistente del Conicet.
El trabajo comenzó en junio de 2013 y en el proceso, se utilizó tecnología de punta. Los resultados del trabajo fueron publicados en la revista científica PlosOne (Public Library of Science) internacional, que es de libre acceso.

Planta silvestre
Mónica Otegui es docente, investigadora de la Unam y magister en tecnología y semilla. En la investigación, participa orientando en la aplicabilidad de los resultados.
“Estamos hablando de un cultivo altamente productivo para la provincia, pero sigue siendo poco domesticado. La planta de yerba sigue haciendo lo que quiere, no es como el trigo o el maíz, que podés plantar y en 90 días pasar la cosechadora”, agregó Otegui.
Al ser una planta silvestre, se detectaron dificultades en la germinación para su manejo productivo, lo cual se intentará resolver. “Los genes que el grupo de trabajo ha llegado a identificar -algunos de ellos- están involucrados en esta problemática, por lo tanto es necesario que se pueda hacer la relación entre lo molecular y la realidad que presenta la planta”, explicó Otegui.

El proceso
Patricia Aguilera es doctora en Recursos Naturales y su participación se basó en la búsqueda del material que fue cedido por el Inta de Cerro Azul. Por métodos especiales, a ese material, se le extrajo el ARN para estudiar el transcriptoma y analizar los genes.
Por su parte, Grabiele agregó. “Son plantas de elite que Cerro Azul lo viene desarrollando luego de 40 años de investigación. Son materiales referenciales. Le sacamos las hojitas, le extrajimos el ARN y esa información cruda la tuvimos que armar. Mi tarea consistió en ensamblar esa información en los transcriptos que dio resultado de 44 mil genes  y sus variantes”. Luego, se realizó el anotado y la caracterización de esos genes por comparación de lo que ya existía en las redes mundiales y así se generó una lista de los genes caracterizados.

Más objetivos
Este es el primer transcriptoma que se genera a partir de hojas. El próximo paso es generar otros a partir de otras partes de la planta. Por ejemplo, distinguir entre flores masculinas y femeninas. “Hoy en día se tarda entre tres y diez años hasta darse cuenta si la planta es macho o hembra, y ese es un tiempo muy valioso que se pierde para los mejoradores”, aclaró Grabiele.
Otro objetivo es estudiar los diferentes genes asociados al crecimiento de la raíz. “La provincia reparte plantines pero la producción no da abasto. Si estudiáramos aquellos transcriptos asociados al crecimiento veloz, podrías obtener plantines más rápido, entonces aumentaría la producción”.

Otras aplicaciones
La gran cantidad de información genética obtenida podrá servir de referencia a nivel mundial para próximos análisis. Sobre este antecedente se podrán profundizar los estudios sobre propiedades nutricionales de la yerba mate y sus efectos benéficos como antioxidante, “antiedad”, antiinflamatorio, antimutagénico y sobre el metabolismo lipídico que suscitan gran interés en todo el mundo.
Asimismo se podrá avanzar en descubrir caracteres de importancia biológica, agronómica y económica; desarrollar marcadores moleculares; realizar análisis de mapeo genético; desarrollar diversidad y cruzamientos selectivos para el mejoramiento genético.
Pedro Zapata, bioquímico y secretario general de ciencia y tecnología de la Unam, explicó: “El aporte fundamental tienen que ver con el impacto del uso de la yerba en los distintos ámbitos, por ejemplo desde el punto de vista farmacéutico o cosmético, muchos de los principios activos de la yerba sirven para elaborar pomadas antiage”.
Y luego explicó: “En vez de esperar mucho tiempo para seleccionar una variedad de elite, de entrada podemos decir cuáles son las plantas que pueden llegar a presentar un mayor rendimiento que siempre va a depender del ambiente y las condiciones de cultivo pero se acortaría la selección”.