Tras compacta marcha la oposición hará mañana una huelga general

Jueves 27 de octubre de 2016
El Presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup pide calma a los enardecidos antichavistas.

La oposición venezolana dio ayer un ultimátum al gobierno de Nicolás Maduro durante una multitudinaria protesta, en la que anunció que declarará al presidente "en abandono del cargo" y convocó a una huelga general.
Al final de la marcha de cientos de miles de personas, que activistas estimaron en 1,2 millones de manifestantes, los principales dirigentes de la oposición anunciaron su ofensiva para lograr la destitución de Maduro, tras la suspensión del referendo revocatorio.
Desde la tribuna, el presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, Henry Ramos Allup, anunció que Maduro será declarado en "abandono del cargo" por el parlamento, lo que le será "notificado" en una manifestación hacia el palacio presidencial de Miraflores el 3 de noviembre.

Al tomar la palabra, el secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a una huelga general de 12 horas para mañana.
En medio de una crispación creciente, el líder Henrique Capriles exigió a Maduro "ordenar" al poder electoral reactivar el proceso del revocatorio.
"Hoy le estamos dando un plazo al gobierno. Yo le digo al cobarde que está en Miraflores (...) que el 3 de noviembre todo el pueblo venezolano se viene para Caracas porque vamos pa 'Miraflores", advirtió Capriles.
En Caracas la movilización transcurrió sin incidentes, pero en ciudades de algunos estados, como Táchira, Mérida y Sucre se registraron escaramuzas. Al menos 39 detenidos y 20 heridos dejaron las marchas opositoras, denunció Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal.
Los dirigentes de la MUD descartaron asistir el domingo a la mesa de diálogo en la isla Margarita (norte), facilitado por el Vaticano.
Por su parte Maduro instaló el Consejo de Defensa de la Nación con el propósito de que este órgano de máximas autoridades de los poderes públicos evalúe el "golpe parlamentario".
La oposición responsabiliza a Maduro de la crisis política y económica y sostiene que el revocatorio era la "válvula de escape" de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos a precios subsidiados.
El gobierno culpa a "empresarios de derecha" de la crisis que se refleja en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.
Vestidos en su mayoría con camisetas blancas y gorras con la bandera de Venezuela, los manifestantes arrancaron de siete puntos de Caracas y convergieron en la autopista Francisco Fajardo (este), copada por la multitud, en lo que llamaron la "Toma de Venezuela".
La marcha ocurrió en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas, último paso antes del llamado a referendo, suspendido por el poder electoral por un supuesto fraude.
Al cumplir ese requisito, la oposición quería evidenciar el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro, al que seis de cada diez venezolanos está dispuesto a revocar, según la encuestadora Datanálisis.