Títeres para reflexionar sobre el rol de la mujer y los pueblos originarios

Domingo 25 de febrero de 2018
Foto: Ana Espinoza
“Primavera vivía junto a su comunidad, cerca del río. Las plantas y los animales eran sus amigos, pero los problemas comenzaron cuando los llevaron a otro lugar, donde un monstruo no los deja jugar, reír, ni cantar. Primavera junto a las fuerzas de su comunidad, luchará por un nuevo amanecer donde todo vuelva a florecer”, reza la sinopsis de la obra de títeres Una valiente primavera, que se estrenará en Posadas el próximo domingo 4. 
La puesta, creada por el grupo titiritero Tire y Afloje aborda la historia de una niña perteneciente a una comunidad indígena cuyas aventuras sirven como pauta para poner en escena la discusión en torno al rol de la mujer en nuestra sociedad, y el respeto por las distintas cosmovisiones de los pueblos originarios. “La protagonista es una nena de una comunidad de pueblos originarios que es ficcional. Está inspirada en los guaraníes, en los qom y en los quechuas, pero no es ninguna de estas. Me interesaba encarar el universo de las comunidades originarias, su sabiduría. Tienen mucho para enseñarnos en cuanto al respeto a los animales y a las plantas. Y también porque sufrieron y sufren actualmente muchas injusticias”, relató Emilia Aragón, a cargo de la animación, la narración y la dramaturgia de la obra. 
En esa misma línea, la artista Diplomada en Teatro de Títeres y Objetos en la Universidad Nacional de San Martín, puntualizó en el hecho de que el personaje principal esté encarnado por una fémina: “Se trata de una niña que es valiente y protagonista de su propia historia. Es importante que los niños crezcan con historias donde las protagonistas son niñas autosuficientes, que no son sumisas, y romper con los estereotipos. Ella no espera a un príncipe azul, sino que junto a las fuerzas de su comunidad va a luchar por su felicidad”. 

Un largo camino a escena
La obra que a inicios de marzo verá la luz en el Centro Cultural Vicente Cidade (Belgrano y General Paz), comenzó a delinearse en el 2015. Tras varios meses de trabajo, el grupo sufrió el robo de una valija que contenía los títeres y su estreno debió se aplazado. Este embate, no sólo representó un golpe al bolsillo de los artistas, sino que los afectó emocionalmente retrasando la vuelta a escena.“La realización de una nueva producción lleva mucho tiempo. Cuando en marzo del 2016 nos robaron la valija con los títeres, perdimos todo. Tuvimos que empezar de cero. Fue un golpe emocional”, reveló Aragón. 
Pese a los contratiempos, el dúo se repuso y con ayuda de colegas y amigos de todo el país y estados vecinos lograron dar forma a este espectáculo que cuenta con la dirección del titiritero chileno Miguel Oyarzún, el diseño y la iluminación de Laura Ferro, la creación de los muñecos por parte de Carli Bastarrechea y música original grabada en Buenos Aires por Santiago Aragón.
En cuanto a la puesta en escena, la obra que dura 50 minutos, es una propuesta unipersonal en la que Emilia se las ingenia para dar vida a un decena de títeres. "Yo trabajo sola en la interpretación. Manejo títeres de guante y de varilla. Además de Primavera, están sus amigos que son monos, lechuzas, sapos y mariposas", contó.
Finalmente, la artista que desde hace nueve años cambió su Buenos Aires natal por la tierra colorada, no desestimó la posibilidad de exhibir la puesta frente a un público conformado por integrantes de los pueblos originarios: "He presenciado en festivales, la experiencia de compañeros que montaron obras ante espectadores de pueblos originarios y me encantaría que se diera con esta obra. El arte de los títeres es universal. Tiene humor, poesía y un lenguaje donde predominan las acciones, lo que hace que cualquiera puede ver y entender una obra en cualquier lugar del mundo".