Tiene leptospirosis tras tomar un vino infectado

Lunes 13 de febrero de 2012

El paciente obereño infectado de leptospirosis habría contraído la enfermedad al consumir vino blanco de un embase tetrabrik que adquirió en un conocido supermercado mayorista de esta localidad.
El envase estaba infestado con orina de rata y el contagio se produjo cuando el hombre abrió el vino con los dientes, según indicios que analizaron los profesionales que trataron el caso.
En diálogo con El Territorio, César Riquelme (30), el paciente en cuestión, reconoció que el tetrabrik contaminado constituye la principal hipótesis de contagio, sobre todo luego de que se descartó que su hijo más pequeño haya contraído la misma enfermedad.

“Primero se pensó en el agua contaminada, pero como sólo yo me contagié buscaron otras alternativas y lo más probable es que me haya enfermado por tomar un vino contaminado con orina de ratas”, indicó Riquelme.
Detalló que adquirió en oferta un vino blanco en envase tetrabrik, llegó a su casa y lo abrió directamente con los dientes.
“Era un vino en oferta, costaba 3.75 pesos y el embase estaba medio golpeado. Cociné y tomé el vino, enseguida después de comer me empecé a sentir mal. Por eso la doctora piensa que el vino estaba contaminado con orina de ratas”, precisó.
La leptospirosis es una enfermedad que puede ocasionar la muerte y no registraba antecedentes en el ámbito local. Se contagia a través de roedores y perros, y tiene síntomas similares a la leishmaniasis.
Riquelme reconoció que compró el vino porque estaba en oferta, al tiempo que adelantó su intención de contactarse con el dueño del comercio para alertarlo al respecto.

 

Peligro de muerte
En enero el hombre estuvo varios días internado en terapia intensiva del Hospital Samic, donde recibió el tratamiento específico. Los profesionales que atendieron el caso se mostraron sorprendidos al confirmar el diagnóstico de una enfermedad que no tenía antecedentes en el ámbito local.
Los síntomas de la leptospirosis son fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, vómitos, ictericia, anemia y a veces erupción. El período de incubación es generalmente de diez días.
La enfermedad se diagnostica mediante análisis de sangre específicos, disponibles a través de los laboratorios de Salud Pública.
La prevención de la enfermedad consiste en buenas prácticas sanitarias.

 

Carencias
Riquelme y su familia residen en la villa del barrio Prosol y padecen enormes carencias, ya que no cuentan con agua potable y su vivienda tiene piso de tierra. El hombre es padre de los dos hijos más pequeños de los siete que tiene su actual pareja.
En ese sentido, comentó que “después que me enfermé vinieron de la Municipalidad a limpiar el arroyo y machetearon la capuera, nos trajeron un tanque y una vez por semana traen agua, pero no alcanza y otra vez tenemos que usar el agua del arroyo”.
Si bien la comuna instaló el tanque frente a su vivienda, todos los vecinos se abastecen del mismo y en pocas horas se agota el vital líquido. Por ello, solicitó que el municipio incremente la asistencia.
Por otra parte, Riquelme y su pareja lamentaron que más allá de las promesas, hasta ahora no obtuvieron mejoras en su precaria vivienda.