Sonidos de identidad

Martes 26 de julio de 2016
Brian, Melissa, Aizcorbe, Yuki, Harumi, Aimi y Yoshi son jóvenes. Sus edades rondan entre los 15 y los 23 años, pero a diferencia de otros chicos, ellos prefieren dedicarle varias horas de su tiempo de ocio al ensayo de ritmos y melodías con sus taikos (tambores japoneses). Se trata de una manera de mantener vivos sus lazos con el país nipón. Sus antepasados -padres, abuelos y bisabuelos- llegaron del Japón para instalarse en la tierra roja y formar una vida por estos lares. Hoy, los mas jóvenes de estas familias japonesas son los encargados de seguir adelante con sus tradiciones que, con música y coreografías, las mantienen bien en alto. Hace dos años formaron el grupo Seiryuu Daiko (fuerza del agua) y ahora anhelan acercar a la gente todo lo que van aprendiendo.
El ensayo arranca puntual todos los sábados en la Asociación Japonesa que funciona en Blas Parera 3914 de esta ciudad. Melissa Imamura (23) es la encargada de comandar este grupo y pautar los ritmos para los demas integrantes.
“Taiko literalmente significa tambor grande, pero también hace referencia a la disciplina que es la percusión de los tambores”, contó sobre esta práctica que poco a poco comienza a hacerse conocida en la ciudad.
“Es una disciplina que tiene diferentes ramas, una de ellas es el kumidaiko que es un ensamble de tambores y es lo que vemos acá”, agregó.
La creación del kumidaiko fue parte de un movimiento que surgió en los años 50 para restaurar las artes tradicionales en el Japón ocupado por las fuerzas norteamericanas. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el orgullo y la identidad nipones sufrieron enormemente, el emperador ya no era un dios y la población frustrada comenzaba a incorporar modos y costumbres de la cultura de los vencedores. La idea que nació de Daihachi Oguchi fue un boom y pronto surgieron conjuntos en toda la isla. Claro, con el tiempo, los espectáculos de kumidaiko incluyeron coreografías que toman elementos de artes marciales, danza y solos de tambor de gran virtuosismo que impacta a todo el que lo ve. Ahora la llegada ya es mundial y la provincia no escapa a ello.
“A la gente les impacta cuando nos ve, y como la mayoría nunca había escuchado o visto algo así les llama la atención. El sonido es muy impactante”, señaló Yuki Murakoshi (21) y reveló que el sueño del grupo es poder difundir más lo que hacen y mostrar a los posadeños este arte japonés: “Nos gustaría salir más, que nos llamen a mas lugares”.
“Para nosotros está muy bueno poder mostrar una parte de la cultura que quizás no es muy conocida”, se sumó Melissa y destacó: “Está bueno también tomarlo como un ejercicio físico más allá de lo que es más popular como el origami o estudiar el idioma”.

Madera de la selva
Los tambores de taiko son confeccionados en Jardín América y con madera de pino paraná. Los elabora Naritoshi Mikami, un luthier que actualmente es el único fabricante de esta especie de tambores en la Argentina. De esta manera, lleva vendidos numerosos taikos en Posadas, Encarnación, Buenos Aires y Asunción. Dado el alto costo en dólares de los materiales, traerlos desde Japón no es una opción para muchos; por eso Naritoshi se puso en campaña y, tras investigar por internet y hacer pruebas, consiguió elaborar el taiko ideal de manera plenamente artesanal. Por eso los chicos relatan que todo el dinero que juntan lo invierten en los tambores.
Batchi en mano y uniformados con sus trajes que remiten a la tierra colorada se muestran felices por el crecimiento que tuvieron en estos dos años. “Ya tenemos presentaciones agendadas para los próximos meses”, revelan entusiasmados y acotan que las clases se encuentran abiertas a cualquier amante del arte japonés. Tal es el caso de Mauro Petriw que se sumó al grupo por la atracción que siente hacia esa cultura.
Pensar en Japón es suponer algo viejo, pero en realidad el país del origen del sol, eso significa su nombre, nació en el siglo VI antes de la era cristiana. Y hay quien cree que esta disciplina es un arte milenario; sin embargo, como se dijo anteriormente, nació a mediados del siglo XX. Por ende, es contemporánea, parte de la música de nuestros tiempos y ya suena fuerte en Misiones.


Misterios sobre el taiko Los taikos son tambores de madera recubiertos por una piel de animal cosida alrededor de la caja, muy usados en las fiestas tradicionales de Japón. Los monjes shintoístas lo empleaban como medio de transmisión y meditación, y en los campos de batalla se recurría a ellos para intimidar al enemigo. Hace tiempo, en la isla de Okinawa los taikos simbolizaron el agradecimiento de los agricultores y los pescadores por buenas cosechas y buenas pescas.