Sólo tres de los 43 geriátricos de Misiones están habilitados

Jueves 24 de abril de 2014
Inclusión. | Miérez pide que todos los planes de salud incluyan a la tercera edad. | Foto: César Lasso
En toda Misiones son 43 los geriátricos que están en funcionamiento, pero de ese total sólo tres cumplen con los requisitos vigentes y se encuentran habilitados.
Los datos surgen de un relevamiento de la Dirección de Gerontología, dependiente del Ministerio de Salud Pública, al cual tuvo acceso El Territorio.
En el listado figuran once asilos para ancianos en Posadas, pero ninguno de ellos recibió la habilitación municipal, la que se otorga una vez que todos los aspectos  relevantes fueron analizados por los organismos de control.
El Hogar San Juan, de Eldorado, el Melvin Jones, de Apóstoles, y el Hogar de Ancianos y Abandonados ‘Don Vicente’, de Gobernador Roca, son los únicos que integran el registro.
Otros siete presentaron la documentación, se sometieron a  las evaluaciones y se elevaron los expedientes a las respectivas Municipalidades, mientras que son 24 los que ni siquiera presentaron los papeles para iniciar el proceso establecido en la Ley XIX Nº 41.
El director de Gerontología, el médico José Miérez, justificó la publicación de estos datos al explicar que “en la administración pública hay cosas que son reservadas, pero no secretas”.
También aseguró que se envió “una comunicación al ministro y al subsecretario de quien yo dependo jerárquica y funcionalmente de las notas que mandamos a los distintos organismos que tienen responsabilidad de cumplimentar la ley”.

Los motivos
“Tenemos 43 geriátricos en toda la provincia, de los cuales sólo tres están habilitados porque los demás se hacen la gallina distraída. Habilita el municipio, pero en base a la ley para toda la reglamentación que se debe cumplir, nosotros controlamos, supervisamos con Arquitectura y algunos otros medios más, decimos si está en condiciones y el intendente lo habilita. Pero tienen que cumplir, nada se va a ir cerrando, pero hay que ir dando plazos”, advirtió Miérez.
El funcionario denunció irregularidades en el sistema de pago por parte de la obra social de los pasivos, el Pami, pero también cuestionó a otros servicios de salud, a los familiares de los ancianos y a los propios encargados de los establecimientos.
“Hay un contubernio entre los familiares del viejo y el geriátrico. Muchos auditores de las obras sociales tienen su plus por reducir lo que gastan por atender a personas con determinadas características, y me hago responsable de todo lo que digo. Hay muchísima gente que es capaz, dedicada, honesta, y están los otros que vienen a caranchear”, disparó Miérez.
Los riesgos de que funcionen asilos de ancianos al margen de la ley está latente. “Mi temor es que haya un derrumbe, una explosión, un incendio”, explicó, y al respecto disparó: “En Buenos Aires, las trenzas que montó (el interventor del Pami entre 1997 y 1999) Víctor Alderete nunca se rompieron; se quema un geriátrico, no estaba habilitado y sin embargo el Pami le estaba pagando”.
También criticó la designación de meros administradores al frente de nosocomios. “Hoy en día te meten contadores como directores de hospitales, y hay algunos con los que dos más dos es cuatro, y otros que te dicen ‘¿cuánto querés que sume?’”, dijo con sorna.
Sobre los motivos de las irregularidades, aseguró que “no presentan los papeles porque no cumplen con los requisitos”, y aunque “algunos de ellos habría que cerrarlos”, se preguntó, “¿qué hacemos con los viejos?”, y aventuró una propuesta: “Hay que meterlos en un hotel y se hace cargo de eso la persona que lo internó, porque no puede ser que se los saquen de encima”.
Esto porque, de acuerdo al director de Gerontología, “si toda la plata que se recauda para los viejos fuera para ellos, tendríamos viejos de primer nivel, pero se pierde por el camino”.

Visión integral
Para Miérez, los ancianos deben ir a un asilo únicamente por propia voluntad o si las circunstancias lo exigen, ya que deberían “morir en su casa, en su cama”.
Pidió por ello que la problemática de la tercera edad sea transversal a todo el sistema de salud, ya que con la reducción de la mortalidad infantil y el aumento de la esperanza de vida, la cantidad de adultos mayores se incrementará exponencialmente.
“Todos los programas que hay en la provincia trabajan para que la gente viva mejor y viva más años, pero ninguno tiene un módulo de qué es la gerontología y qué es la geriatría. El otro día me decía un médico, ‘¿qué tendrá que ver la gerontología con los programas materno-infantiles?’. Está totalmente equivocado, porque está el abuelo”, expuso el funcionario.
Detalló en tal sentido: “Uno tiene que cambiar los pañales al chico, ¿y alguien le cambió el pañal al abuelo? Hay que sacar al sol al chico, lo sacan también al abuelo y se lo olvidan afuera. Preparan la mamadera para el chico y no le hacen la papilla al viejo. Cuando aparece una criatura, que toda la familia gira a su alrededor, se olvidan del viejo. Y lamentablemente cuantos más integrantes tiene una familia, más se olvidan del viejo. Todos lo van dejando de costado, y el viejo se da cuenta”.
El médico también abogó porque se escuche a quienes se dedican al tratamiento y cuidado de ancianos y defendió su autoridad en la materia. “Yo no puedo decir que soy el que más sabe en el área de gerontología, pero soy el que más experiencia tiene, porque ya soy viejo, entonces me pone nervioso cuando una persona que nunca vio ni trató ni atendió a un viejo viene a decidir cómo hacer”, cuestionó.


Los viejitos en  la escuela
En plan de despertar conciencia entre las familias sobre la importancia del cuidado de los ancianos, la Dirección de Gerontología puso en marcha una encuesta, llamada ‘Abuelitos, ¿cómo están?’, que se desarrolla en las escuelas y busca que sean los niños quienes inicien el cambio.
“Gracias a la directora de la Escuela Nº4 Fraternidad, que nos abrió las puertas, sacamos una serie de conclusiones. El nieto le pregunta a su papá ‘¿la abuela come sola? ¿la abuela se baña sola?’, y lo obliga al papá a involucrarse”, detalló Miérez.
El médico contó que la idea original era aplicarla en todas las escuelas de la provincia. “Entonces -relató- me agarró una persona que hace estadísticas y me dijo: ‘¿usted tiene idea de cuántas maestras son? 20 mil; ¿usted tiene idea de cuántos alumnos son? 300 mil’; entonces tomamos muestreos en distintos lugares”.
“La directora de la Nº4, señora Rivero, nos conectó con escuelas donde tenían directoras y maestras con más de dos neuronas, entonces estaban motivadas.
Se hace en una escuela rural, en una urbana y en una semiurbana. También empezamos un trabajo con las EFA”, señaló el funcionario.