Solidaridad mantiene unida a familia que vivía en un colectivo

Viernes 21 de octubre de 2016
Recibirá materiales para que, junto a su actual pareja, construya una vivienda definitiva. | Foto: Mercedes Berón
Durante un año y medio, Mirna Beatriz Nikolov y sus tres hijos vivieron en los restos de un desvencijado colectivo y el riesgo de perder la tenencia de los menores la llevó a movilizarse en busca de una solución, que llegó ayer por la solidaridad de los vecinos.
“El más chico (4 años) tiene problemas de pulmón. Alquilar no puedo porque mi sueldo no es mucho, trabajo apenas por el sustento”, había señalado desesperada.
“Acá a la vuelta hay una casa grande, pero la mayor parte está todo feo, llueve todo adentro, peligra de caer. En el colectivo no hay baño, usamos un baño precario que hay en el fondo, tampoco tiene techo, no tiene cloaca, tampoco tengo agua, ocupo agua de pozo”, detalló.
El colectivo-casa se ubica en el barrio Tablada, que tiene mucha basura alrededor, aunque según la mujer supo estar en peores condiciones. “Este terreno es una sucesión que se hizo entre hermanos, esta parte es mía”, deslizó.
Movilizados al conocer su historia, la solidaridad santotomeña se hizo sentir. Lo primero que donaron fue una cama con colchón, bolsas de ropa, calzados y otros elementos.
Luego, el municipio se acercó y habló con esta joven mamá y acordaron trasladarla a una casa mientras se le construye su vivienda propia.
La comuna le proveerá material de construcción y la actual pareja de Mirna, que es olero, construirá la vivienda en el terreno que es propiedad de la familia de la mujer. Finalmente, la familia completa fue trasladada ayer a una vivienda digna en el mismo barrio.
Anónimamente, los vecinos de esta ciudad colaboraron con esta familia, y acercaron infinidad de cosas, elementos, mercaderías a la vivienda del comunicador que dio a conocer la historia.
Seguir con los chicos
Con este radical cambio en las condiciones de vida, Mirna espera que aleje el riesgo de que el padre de los tres niños obtenga la custodia.
“Me persiguen. No hace muy mucho él me golpeó por el tema del juzgado, porque a mí me piden un lugar mejor para ellos, no los quiero perder, son mis hijos. Me exigen tener habitaciones para ellos. Son cosas que todavía no las puedo hacer, no me alcanza, no puedo”, lamentó al dar a conocer su caso.
En cuanto a la situación judicial, Mirna dijo: “Del juzgado vinieron (asistentes sociales), miraron, me pidieron para no quitarme (a los nenes) que haga un lugar mejor para ellos, que tengan habitaciones, porque esto no es un lugar digno para ellos. Mis nenes tienen 4, 6 y la nena de 8, por eso la Justicia me apura, porque tengo una hija mujer y no se puede vivir así, entre todos, más teniendo pareja y dos hijos varones”.