Siete mayores y cinco niños sirios se ahogaron en Atenas

Jueves 3 de septiembre de 2015
Un uniformado griego recoge en la playa el cuerpo de un niño sirio.

Miles de refugiados e inmigrantes, muchos de ellos sirios, llegaron ayer al puerto del Pireo, en Atenas, con el objetivo de seguir su periplo hacia el norte de Europa, en un nuevo episodio de la grave crisis migratoria que divide a los países europeos. Al menos doce sirios, entre ellos cinco niños, se ahogaron frente a las costas de Turquía al naufragar dos embarcaciones que habían salido de la ciudad turca de Bodrum e intentaban llegar a la isla griega de Kos, puerta de entrada a la Unión Europea.
Otros 3.000 pudieron ser salvados por la guardia costera italiana en el Mediterráneo en las últimas 24 horas.
Sólo en el puerto de Pireo, cerca de 4.500 refugiados llegaron ayer, después de que las autoridades griegas los trajeran desde Lesbos, una isla del mar Egeo que en los últimos días ha visto llegar a miles de personas desde Turquía.

Lesbos, igual que Kos, también en el Egeo, se han convertido en el punto de entrada a Europa de refugiados que huyen a través de Turquía de los conflictos armados en Oriente Medio y África.
La mayoría de ellos quieren continuar su viaje hacia el norte de Europa a través de los Balcanes, en la crisis migratoria más grave en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.
Tras una reunión de urgencia, el gobierno griego anunció la creación de una "célula de coordinación" con representantes de los ministerios de Interior y Salud, en conjunto con las fuerzas de seguridad así como un apoyo económico a las islas del mar Egeo.
Sin embargo "la resolución de la crisis migratoria necesita la intervención inmediata de la Unión Europea y la cuestión tiene que ser llevada a Naciones Unidas", dijo el vice ministro griego de política migratoria, Ioannis Mouzalas.
En Hungría, uno de los países de entrada de los migrantes que quieren llegar a Alemania, la tensión sigue creciendo y 2.000 personas seguían acampando delante de la estación de Keleti de Budapest o en una zona de tránsito del edificio.
Un centenar de ellos se manifestaron para expresar su descontento.
El intento de los migrantes de llegar a Alemania se explica por la decisión del gobierno de Berlín de no devolver a los sirios al país por el que entraron a la Unión Europea, en este caso Hungría, y de examinar sus demandas de asilo.
Según las autoridades alemanas, cerca de 3.500 demandantes de asilo llegaron el lunes y el martes a la región de Baviera procedentes de Austria, una cifra récord. Según la policía el ritmo de entrada de los migrantes ayer era de más de 100 personas por hora. 
Viena alzó el tono contra la decisión alemana, que es adversa al contenido de los acuerdos de Dublín, según el cual el postulante al asilo debe presentar su solicitud al estado miembro donde ingresó por primera vez a la Unión Europea.