Separatistas pro rusos rechazan el acuerdo conseguido en Ginebra

Sábado 19 de abril de 2014
Enmascarados. | Ocupan la sede de la administración regional de Donetsk. | Foto: AP
Los separatistas pro rusos del este de Ucrania se mantenían ayer inflexibles, rechazando el acuerdo concluido en Ginebra para intentar desactivar la crisis ucraniana, un nuevo desafío para el gobierno pro europeo de Kiev del que exigen la renuncia.
El presidente interino ucraniano Olexandre Turchinov y su primer ministro Arseni Iatseniuk tendían en cambio la mano a los rebeldes, prometiendo una importante descentralización y un "estatuto especial" para la lengua rusa.
Paralelamente, un portavoz del Kremlin confirmó ayer que Rusia tiene tropas desplegadas cerca de la frontera con Ucrania, en declaraciones a la televisión Rossia 1.
"Tenemos tropas en diferentes regiones, y hay tropas cerca de la frontera ucraniana. Algunas tiene base ahí, otras fueron enviadas como refuerzo a causa de la situación en Ucrania", declaró Dmitri Peskov.
Para sorpresa de todos, los jefes de la diplomacia ucraniana, rusa, estadounidense y europea cerraron el jueves un acuerdo en Ginebra para rebajar la tensión en el país, al borde del estallido tras la insurrección del este, que reclama su integración en Rusia o una "federalización" del país.
El acuerdo prevé el desarme de grupos armados ilegales y la evacuación de edificios ocupados, así como una amnistía para aquellos que entreguen las armas, excepto para los que hayan cometido asesinatos.
Pero, atrincherados en la sede de la administración regional de Donetsk, ocupada desde el 6 de abril y donde altavoces emiten el himno ruso, los insurgentes rechazaron tajantemente el plan.
A pesar del rechazo de los insurgentes, las autoridades de Kiev decidieron respetar su parte del acuerdo.
"El gobierno ucraniano está dispuesto a llevar a cabo una reforma constitucional de envergadura que dará amplios poderes a las regiones (...). Le damos un estatuto especial a la lengua rusa y garantizamos la protección de esa lengua", declaró el primer ministro Arseni Iatseniuk, en un discurso a la nación conjunto con el presidente provisional Olexandre Turchinov.
"Queremos que se instale la concordia en Ucrania(...) El gobierno está dispuesto a modificar el código fiscal y presupuestario para darle recursos financieros a cada territorio ucraniano", añadió el primer ministro.
En el terreno, los misteriosos "hombres de verde" armados, que según Kiev son militares rusos y según Moscú "grupos locales de autodefensa", tenían aún bajo su control la localidad de Slaviansk, que tomaron hace seis días.
Asimismo, separatistas - simples manifestantes o grupos armados - seguían atrincherados en edificios públicos en más de media docena de ciudades del este rusohablante de Ucrania.
El exjefe del Estado Mayor ucraniano Volodymyr Zamana estimó ayer que Ucrania debería tomar medidas en caso de una intervención rusa.
"Los actos de sabotaje se multiplican, no sólo en el este pero también en el sur", afirmó el general Zamana. "A pesar de los intentos de encontrar una solución diplomática, no se ha llegado a ningún resultado", añadió.
El acuerdo de Ginebra decepcionó también a los partidarios de la unidad de Ucrania.
"Estos acuerdos no hacen referencia a la integridad territorial de Ucrania, ni exigen que Rusia cese la ocupación de Crimea [...]
El presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró muy prudente sobre los acuerdos y advirtió que Washington y Bruselas podrían adoptar nuevas sanciones contra Moscú en el caso de que el acuerdo no funcionara.
Una amenaza "inaceptable", reaccionó el viernes el portavoz del Kremlin, quien estimó que Rusia no puede ser la única responsable del respeto del acuerdo alcanzado en Ginebra.
Moscú ha adoptado un tono muy duro en la crisis ucraniana, la peor entre el este y el oeste desde el final de la Guerra Fría y que hizo temer la división de este país de 46 millones de habitantes, fronterizo con países miembros de la Unión Europea y de la Otan.
Horas antes del acuerdo, Putin dijo que esperaba realmente no verse "obligado a recurrir" al envío de fuerzas armadas a Ucrania.