Seguirá detenido un aborigen sospechado de narcotráfico
Sábado 25 de abril de 2015
Un integrante de la comunidad aborigen Fortín Mbororé de Puerto Iguazú, acusado de enviar marihuana por encomiendas, continuará detenido porque la Cámara Federal de Apelaciones de Posadas rechazó un pedido de prisión domiciliaria planteado por su abogado defensor.
Se trata de Ramón Villalba (34), procesado por el delito de transporte de estupefaciente desde julio del año pasado, cuando dos cajas de madera cargadas con esa droga, que despachó con su identidad, fueron descubiertas en un control preventivo de Gendarmería.
El defensor oficial del acusado argumentó su pedido en la interpretación de los Tratados de Derechos Humanos vinculados a los pueblos originarios, cuya cultura -dijo- debe ser respetada y armonizada con los intereses de la sociedad y la legislación penal.
Pese a eso, la decisión de sujetarlo a proceso tras las rejas fue sustentada, sobre todo, por el riesgo de fuga que representa su arresto domiciliario, máxime teniendo en cuenta que el acusado vive en una zona de triple frontera, donde los controles migratorios son fácilmente vulnerables.
Más allá de eso, el propio cacique de la comunidad, Silvino Moreyra, manifestó ante los secretarios judiciales la posibilidad de vigilar al sospechoso, pero aclaró que depende exclusivamente de éste no ausentarse ni abandonar el lugar pese a estar ligado a una causa judicial.
En ese contexto, jugó en contra de los intereses de Villalba el hecho de que vive en un lugar donde los miembros de la comunidad ingresan y egresan libremente para vender sus artesanías. Por la proximidad con Paraguay, es frecuente el paso hacia ese país.
Teniendo en cuenta esos motivos, los magistrados Ana Lía Cáceres de Mengoni, Mario Osvaldo Boldú y Mirta Tyden de Skanata, se inclinaron por la postura de que el detenido llegue al juicio recluido en una cárcel federal.
Se trata de Ramón Villalba (34), procesado por el delito de transporte de estupefaciente desde julio del año pasado, cuando dos cajas de madera cargadas con esa droga, que despachó con su identidad, fueron descubiertas en un control preventivo de Gendarmería.
El defensor oficial del acusado argumentó su pedido en la interpretación de los Tratados de Derechos Humanos vinculados a los pueblos originarios, cuya cultura -dijo- debe ser respetada y armonizada con los intereses de la sociedad y la legislación penal.
Más allá de eso, el propio cacique de la comunidad, Silvino Moreyra, manifestó ante los secretarios judiciales la posibilidad de vigilar al sospechoso, pero aclaró que depende exclusivamente de éste no ausentarse ni abandonar el lugar pese a estar ligado a una causa judicial.
En ese contexto, jugó en contra de los intereses de Villalba el hecho de que vive en un lugar donde los miembros de la comunidad ingresan y egresan libremente para vender sus artesanías. Por la proximidad con Paraguay, es frecuente el paso hacia ese país.
Teniendo en cuenta esos motivos, los magistrados Ana Lía Cáceres de Mengoni, Mario Osvaldo Boldú y Mirta Tyden de Skanata, se inclinaron por la postura de que el detenido llegue al juicio recluido en una cárcel federal.
Dos cajas con presuntos repuestos Villalba fue detenido el 14 de julio de 2014, tres días después de que en un control de rutina sobre la ruta nacional 12, los federales incautaran 47 kilogramos de marihuana en dos cajas de madera, que fueron enviadas a Buenos Aires por medio de una empresa de encomiendas, simulando contener repuestos de vehículos.
El decomiso generó una orden de allanamiento en la casa del sospechoso, dentro de la comunidad aborigen y éste, al percatarse de la llegada de los uniformados, intentó darse a la fuga por el monte luego de tirar sobre un techo su billetera y el documento de identidad.
En su vivienda se incautaron muchos elementos de prueba que indican, utilizó para armar las cajas de madera que estaban atornilladas, selladas y precintadas. También, una factura de la empresa lo ubicó como responsable del despacho.
Para la Justicia Federal esta más que probada la responsabilidad de Villalba en el delito, por eso lo procesó y por estas horas, se investiga si envió otros cargamentos al mismo destinatario, que también está siendo rastreado.
El decomiso generó una orden de allanamiento en la casa del sospechoso, dentro de la comunidad aborigen y éste, al percatarse de la llegada de los uniformados, intentó darse a la fuga por el monte luego de tirar sobre un techo su billetera y el documento de identidad.
En su vivienda se incautaron muchos elementos de prueba que indican, utilizó para armar las cajas de madera que estaban atornilladas, selladas y precintadas. También, una factura de la empresa lo ubicó como responsable del despacho.
Para la Justicia Federal esta más que probada la responsabilidad de Villalba en el delito, por eso lo procesó y por estas horas, se investiga si envió otros cargamentos al mismo destinatario, que también está siendo rastreado.
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