Se complica la situación de los policías detenidos

Sábado 2 de agosto de 2014
Con el testimonio en tribunales de unos de los dos presos de la Comisaría Decimotercera que estuvieron allí la madrugada del crimen,  el jueves  a última hora se cerró la ronda de testimoniales en torno al violento asesinato del albañil Carlos Raúl Guirula (33).
El juez de Instrucción Penal I Marcelo Cardozo evalúa una serie de medidas que podrían concretarse la semana próxima y a su vez se estima que dentro de dos semanas se pueda realizar la reconstrucción del hecho.
El procedimiento judicial permitiría despejar las contracciones en las que incurrieron varios de los uniformados, tanto de la comisaría como del Comando Radioeléctrico, durante sus declaraciones ante el juez.
Volviendo a la última testimonial brindada ante la Justicia por el detenido, éste ratificó lo dicho en su anterior declaración en sede policial. El hombre sostuvo en su declaración que a pesar de que no alcanzó a ver nada desde su celda, escuchó que los uniformados baldeaban el playón de la dependencia y lavaban la camioneta.
Según el hombre, alcanzó a oír como los Policías arrojaban baldes de agua al suelo, mientras otro utilizaba una manguera.
Esta declaración complicaría más la situación de los implicados en la causa, ya que confirmaría que los uniformados intentaron ocultar los rastros de sangre del cuerpo del albañil la madrugada del 19 de julio pasado.
El miércoles  brindaron sus testimonios el encargado y una mucama del albergue transitorio, las trabajadoras sexuales y los dos amigos del albañil.
Los primeros cuatro sostuvieron que a pesar de no ver el brutal ataque, Guirula ya estaba reducido una vez que arribó al motel el primer móvil del Comando Radioeléctrico. Esto marcaría que el hombre, estaba totalmente indefenso al momento de recibir la brutal golpiza.
De lo recolectado hasta aquí por los pesquisas se estableció que el albañil fue golpeado dentro y fuera del albergue transitorio y una de las más complicadas en el caso es una oficial que participó ese día de la detención.
De acuerdo a lo trascendido de fuente inobjetable, una de las mucamas sostuvo haber visto a la oficial Lourdes T., a cargo de la comisión de la Decimotercera, patear en la cabeza a Guirula, ya reducido y esposado en el piso frente a la conserjería del motel.
Siguiendo con lo brindado por fuentes de la investigación, la tunda de golpes letal le habría sido aplicada a Guirula en la vereda del albergue cuando se resistió a ser subido a la camioneta policial.
El martes pasado por la noche recuperaron su libertad los dos agentes que estaban a cuidado de los detenidos de la seccional del barrio Guazupí. De todas maneras, siguen supeditados a la investigación como posibles colaboradores del encubrimiento del crimen.
Por el momento, los investigadores aguardan el informe que hicieron en la comisaría del barrio Guazupí los peritos de la Policía Científica, lo cual despejará muchas dudas que aun sobrevuelan en la etapa de instrucción del caso.