Rifa su caballo para costear la compleja cirugía de su hija

Lunes 27 de junio de 2016
El hombre hace changas para mantener a su familia. | Foto: Mercedes Berón

La familia compuesta por Fabián Romero y Griselda Ayala, junto a sus hijas Milena y Florencia, se encuentra abocada a una misión. Es que hace varios meses descubrieron que la más pequeña de los Romero - Ayala tiene una enfermedad congénita: tiene el diafragma dilatado y requiere cirugía. Esta intervención se realizaría a mediados de julio en el Hospital Madariaga de Posadas, si todo marcha según lo planeado.
“Milena, de un año y un mes, tiene un problema de salud, ya nació con eso. Tiene dilatado el diafragma, ella nació así, y lo descubrimos cuando a los dos meses cayó en el hospital, estuvo internada, supuestamente por neumonía”, recordó el papá, quien se dedica a changas debido a que tiempo atrás quedó con visión reducida por una mala praxis de la que fue víctima.
A la hora de costear los gastos del traslado y demás cuestiones referidas al estado de salud de la niña, la familia Romero-Ayala recurrió a hacer comida para vender y ahora, a la particular rifa. “Nosotros hicimos comidas para vender, hicimos locro, poroto negro, todo a beneficio de Milena Romero”, dijo el papá.

“Ahora tenemos una rifa de un caballo, que estamos vendiendo los números. Le dije a mi mujer de organizar una rifa para juntar fondos por la nena. No sabemos cuántos días nos vamos a quedar en Posadas una vez que la operen. Tampoco tenemos parientes allá. Tenemos que ir al hospital, y nos vamos a quedar todo el tiempo que sea necesario con ella”, dijo resignado Romero.

La enfermedad
Fabián Romero contó que con dos meses su pequeña “estuvo como diez días internada. Ahí le hicieron algunos estudios, entre ellos una tomografía computada. Después le hicimos ver con la doctora Castañeda, y ella nos derivó a Posadas. Allá el neumonólogo la vio, nos pidió el informe de la tomografía que se le hizo. Miró y preguntó cuánto tiempo tenía mi hija cuando le hicieron la tomografía; le contestamos dos meses, y dijo que era una locura, que hasta el año no se le hace tomografía computada”.
Ya en Posadas, empezaron a realizarle estudios. “Hicimos varios viajes, gracias a que tenemos un hombre que nos lleva, que no nos quiere cobrar. Nosotros le ayudamos igual con combustible. Salimos a las 4 de la madrugada y volvemos como a las 19.30. Todo el día estamos por allá haciendo los estudios que son necesarios para ella. Allá no es como acá, si no están completos todos los estudios que te piden, no le hacen la cirugía”, indicó.
Romero advirtió que los últimos estudios dieron como resultado una anemia preocupante en la niña, por lo que ahora está con un tratamiento de hierro. “Un mes de tratamiento tiene que hacer, para que ella salga de la anemia. Ahí se le volverán a hacer otros estudios de sangre, y si está bien, recién ahí podemos sacar el turno para la cirugía”, señaló el papá.