Reabrieron ocho comedores en el barrio de Villa Cabello

Viernes 31 de julio de 2015
Reabrieron ocho comedores en el barrio de Villa Cabello de esta ciudad, que habían cerrado por la falta de recursos provenientes del Fondo Participativo de Inversión Social (Fopar).
En su momento, la carencia de alimentos hizo que los centros comunitarios tengan que cerrar sus puertas, donde a diario concurren 180 niños.
No obstante, Mercedes Ortega, encargada del comedor El Sol -está a dos cuadras de la Medalla, en la chacra 146-, señaló que los centros comunitarios ya se encuentran en funcionamiento.
“El martes llegaron los fondos de Fopar y la gente que se enteró de la situación también se acercó con alimento de leche, arroz y lenteja”, expresó.  Los comedores funcionan de lunes a viernes en varias de las chacras perteneciente a la delegación de Villa Cabello.
En esos espacios, los niños cuentan con un plato de comida para el almuerzo y la merienda. “Trabajamos con lista de chicos que ya están anotados y que vienen a comer o buscan la comida. Hay mucha gente que no está anotada y preguntan igual”, comentó la mujer.
En los comedores también sucede que varios de los niños anotados para adquirir los alimentos asisten a escuelas cercanas al Hogar de Día de esta ciudad, donde en muchos casos quedan a almorzar, según contó Ortega.
“Hay veces que también comen chicos que llegan por un plato de comida, pero sin estar anotados. Entonces, como otros faltan, nosotros les damos esos platos a ellos. Porque no damos abasto, hay muchos chicos que comen acá”, dijo refiriéndose al comedor.

Alta demanda en los comedores
En el oeste de la ciudad de Posadas, en cinco chacras se cuentan ocho comedores que dan el alimento a más de mil personas. En varios casos, los comedores presentan una alta demanda de niños en los centros comunitarios.
El comedor de la Medalla Milagrosa funciona en la chacra 142 y que está a cargo de Bety Olinda. Este centro comenzó a recibir hace semanas el doble de comensales, y las 150 porciones se multiplicaron a casi el doble. “Estamos trabajando mucho con los niños que vienen  al mediodía y a la tarde para comer. Algunos tienen muchos hermanitos y no están anotados. Hacemos todo para que nadie salga sin un plato de comida”.