Procesaron con prisión preventiva a los capos narcos de la frontera seca

Martes 22 de agosto de 2017

Dos voluminosos expedientes, trece detenidos y ahora doce procesados es el resultado de la investigación contra la narcorganización denominada la Banda del Norte.
Con la ubicación de Renato Alan De Acevedo (55), el sábado por la mañana en Bernardo de Irigoyen, las autoridades del Juzgado Federal de Eldorado consideraron tener las pruebas suficientes para procesar formalmente bajo prisión preventiva a cuatro personas más, entre ellos, los dos dueños de tráfico internacional de droga en la frontera seca.
Se trata de Walter Lara (43) y Leandro Kawalec (37), descriptos por los investigadores como “amos y señores” de la zona, ya que tenían a cargo una logística que permitía venderle estupefacientes a compradores brasileños que abastecían a varias urbes de los estados de Santa Catarina y Paraná.

La decisión también se extendió a ‘Manao’ Vedoya, un casero de una de las chacras por donde se pasaba la droga y a un sujeto señalado como acopiador, de apellido Dávalos, que fue atrapado en Puerto Libertad.  
Según pudo saber El Territorio en base a fuentes ligadas a la causa, todos fueron procesados por los delitos transporte de estupefacientes y almacenamiento agravado por el juez que entiende en la investigación, Miguel Ángel Guerrero. Antes, estaban detenidos bajo la caratula provisoria de transporte, almacenamiento y comercialización de estupefacientes. Dávalos y Vedoya habían caído en diciembre pasado, mientras que Lara y Kawalec en enero y junio de este año, respectivamente.
Los voceros hicieron la salvedad que a Walter Lara le dictaron falta de mérito con relación al delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada. 
Como informó este medio en la víspera, la detención de Renato Alan De Acevedo fue el disparador de esta decisión, debido a que era una de las últimas piezas que faltaban en la instrucción. La Justicia considera a Kawalec y Lara -el primero en mayor medida- como los encargados de establecer contactos con los compradores brasileños para pasar cocaína y marihuana provenientes de Paraguay a lo largo de las chacras que tiene la ruta nacional 101, donde operaban. 
Ambos habían eludido un operativo que la Policía Federal hizo el año pasado en la localidad fronteriza. El 30 de diciembre allanaron la casa del barrio Evita, de Walter Lara -hombre también relacionado al gobierno municipal-, y allí secuestraron 443 kilogramos de marihuana en una chacra del paraje San Roque, sobre la mencionada arteria nacional. En ese entonces, además de atrapar a Manao, se secuestraron dos automóviles brasileños y hasta un camión frigorífico.
Los dos tenían pedido de captura internacional, que fueron cumplidos este año por efectivos del Departamento Triple Frontera de la Unidad Antiterrorista de la fuerza federal en Eldorado y San Antonio.

Detención y perfiles
Lara estuvo un mes en condición de prófugo, hasta que el lunes 30 de enero lo atraparon en la Capital del Trabajo mientras circulaba en un auto junto a familiares que lo habían cobijado. Se cree que había llegado hasta esa localidad una semana antes, pero que también estuvo escondido en Brasil y San Antonio, cambiando constantemente de ubicación para que los sabuesos no lo detectaran.
En Bernardo de Irigoyen, de donde es oriundo, nadie se sorprendió cuando allanaron su casa y tampoco cuando fue detenido. Se trata de un personaje muy conocido, ligado estrechamente al intendente de la localidad, Guillermo Fernández. Este medio pudo confirmar en base a investigadores policiales, compañeros de trabajo, funcionarios locales y vecinos de la localidad que desempeño funciones como empleado municipal, aunque desde la comuna lo niegan rotundamente.
Un dato revelador que se desprende de las publicaciones del Facebook oficial de la comuna, Municipalidad de Bernardo de Irigoyen, es que en varias de las fotos está etiquetado, lo que deja al descubierto su participación activa en la administración pública.
Las fuentes expuestas expresaron que participó activamente en la campaña electoral que coronó como alcalde a Fernández -con quien aparece en varios retratos difundidos en las redes sociales-, incluso con aportes económicos.
El Territorio pudo saber también que en la audiencia indagatoria al otro día de su detención, en la cual se abstuvo a prestar declaraciones, dijo que trabajaba como “empleado”. De todas formas, la Justicia  no considera, al menos por ahora, que sus contactos políticos tengan que ver con su actividad ilícita.
Por su parte, Leandro Kawalec fue aprehendido el jueves 22 de junio en una chacra de San Antonio, mientras hacía los trabajos diarios de campo. Durante los seis meses que estuvo prófugo, algunas pesquisas lo ubicaron en el Sur del país y también en Brasil, pero informantes dijeron haberlo visto allí una semana antes, lo que activó el desembarco de los investigadores en la zona. 
El episodio que permitió que lo atraparan fue cuanto menos curioso. El hombre estuvo en la celebración de la Fiesta Junina en una iglesia ubicada también sobre la ruta nacional 101, es decir, su fe lo expuso sobremanera. Pese a este episodio, su perfil es mucho más bajo que el de Lara, aunque su capacidad operativa era mucho mayor. Trabajaban juntos cuando el empleado municipal necesitaba pasar grandes cantidades de droga.

La otra parte
Además de estos últimos cuatro implicados, ya permanecen con procesamiento firme otros ocho integrantes de la Banda de Norte que operaba en Wanda y que fueron detenidos en septiembre del año pasado tras varios operativos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en varias localidades de esa parte de la provincia.
Son Lorenzo Acuña, acusado como organizador de la actividad ilícita de almacenamiento de estupefacientes agravada. Sus hijos Jorge y Lourdes Acuña, Germán Ojeda y Jorge Díaz -un ex oficial de la Policía de Misiones- por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada. Y Ángel González, José Guerrero Napoleone y Verónica Rivas por transporte de estupefacientes agravado. 
Con mayoría de integrantes en Wanda, esta parte de la organización -que tiene un proceso judicial independiente- acondicionaba la droga en vehículos en esa localidad y la enviaba a Brasil y Buenos Aires, también por Bernardo de Irigoyen. El principal nexo entre las dos partes es el yerno de Acuña, que todavía permanece en condición de prófugo.
Proveedor, modus operandi, ruta y destinos son los puntos en común que tienen las dos células, aunque los investigadores aclararon que no eran interdependientes.