Presunto microtraficante negó ser parte de una banda delictiva

Viernes 31 de julio de 2015
Chips, bolsas de polietileno, cintas y elementos de corte son algunas de las evidencias incautadas en la vivienda.
El hombre detenido la semana pasada luego de que la Policía encontrara dos gramos de cocaína en su vivienda del barrio Cantera, negó formar parte de una banda dedicada a la venta de drogas y habría asegurado que el estupefaciente hallado era para consumo propio.
Justificó de esa manera la posesión de los elementos hallados en su propiedad y hasta -según las fuentes consultadas- habría hecho referencia a una supuesta despensa que tenía para argumentar la tenencia de una balanza de precisión.
De todas maneras, la Justicia Federal resolvió que el hombre, identificado como José A. (41) y con fuertes vinculaciones políticas en la localidad, continúe detenido ante la sospecha de la existencia de una organización con importantes ramificaciones en varios barrios.
El sospechoso había sido detenido hace una semana, luego de que efectivos de la Unidad Regional IX y de la División Toxicomanía de la Policía de Misiones allanaran su casa en busca de objetos robados y se toparan con lo que consideraron como un bunker, donde aparentemente se fraccionaban grandes cantidades de estupefaciente que luego se vendían.
Los investigadores decomisaron cuatro envoltorios de cocaína listos para ser comercializados y al parecer también vestigios de picadura de marihuana que hicieron presumir que en el lugar también se comercializaba esa sustancia.
Los vecinos aportaron otro dato importante: que el movimiento en la casa era constante a toda hora del día, y en ese punto aparece otro dato que no lo favorece y es que su padre, hace algunos años, habría sido condenado a prisión en una causa similar.

Investigación
El inmueble del sospechoso está a menos de tres cuadras del la Escuela de Comercio de esta localidad y en la tarea de investigación, los pesquisas concluyeron que la droga era ofrecida también a los estudiantes del nivel secundario.
Según se describe en el informe policial del operativo, la construcción tenía una habitación exclusiva en el fondo del terreno donde aparentemente se estiraba la cocaína para hacerla rendir más, fragmentarla en dosis y luego venderla. 
En ese lugar encontraron una mesa, una silla, una balanza electrónica de precisión, papel celofán, bolsas de polietileno, cuchillos de corte, cinta de empaque, teléfonos celulares y chips de dos compañías, además de los dos gramos de cocaína.
El dueño de la propiedad no se encontraba en el lugar, pero fue aprehendido horas después en inmediaciones del Casino. Es el único detenido que por ahora tiene la causa y por ello seguirá a disposición de la Justicia Federal, imputado por tenencia de estupefaciente con fines de comercialización.
Más allá de eso, de acuerdo a lo informado, las tareas investigativas apuntan, por ahora, hacia tres barrios de esta ciudad, Timbó, Capilla y Hermoso, donde hay sospechosos identificados en la mira pero los elementos no son suficientes para detenerlos.
La hipótesis que por ahora sobresale es que el detenido cumplía un rol específico dentro de una organización mucho más compleja dedicada al narcomenudeo y es lo que se investiga.