Presunto estafador ya fue procesado por robo

Los investigadores no dejan de sorprenderse por los antecedentes que pesan sobre el esposo de una agente de Policía obereña, detenido la semana pasada en la localidad de Campo Grande acusado de una serie de estafas que habría perpetrado en complicidad con la mujer.
Fuentes del caso confirmaron que el año pasado Rogelio M. (34) había sido procesado por el delito de robo calificado. Además de una decena de causas por estafas y usurpación de títulos, ya que decía ser gestor oficial ante organismos del Estado, ahora el sujeto deberá afrontar el juicio por delito de robo calificado.

Seccional Primera
Tal como publicó este diario la semana pasada, la agente Laura P. (29) cumplía funciones como secretaria de la Seccional Primera y tenía a su cargo los trámites para el expendio de bebidas alcohólicas y las licencias de legítimos usuarios de armas de fuego, entre otros.
Al tener acceso a documentación oficial, con su esposo comenzaron a tejer una red delictiva que captaba personas que requerían algún tipo de trámite y asesoramiento, instancia donde aparecía el marido con el supuesto título de gestor matriculado ante organismos oficiales.
Apenas la maniobra se detectó, la agente fue sumariada y separada de su cargo, al tiempo que la Justicia de Instrucción Penal solicitó el pedido de captura del marido de la uniformada por los delitos de “estafas, usurpación de títulos y honores”, entre otras imputaciones.
Tras permanecer prófugo varios meses, el sujeto fue detenido y alojado en la Seccional Segunda de Oberá, mientras que su esposa sigue en libertad pero sujeta a la causa penal.
Entre otros, los acusados estafaron a un empleado de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) y a un conocido comerciante que pretendían regularizar la tenencia de sus armas.
Pero las maniobras delictivas no se agotaban allí, ya que fueron denunciados hasta por una rotisería. “Pedían comida y no pagaban nunca. Recibían lo paquetes con lo que había solicitado por teléfono y se encerraban en su vivienda sin siquiera decir que no tenían para pagar, o cualquier otra excusa. Actuaban con un descaro notable, no les importaba nada”, subrayaron desde la propia fuerza de seguridad.