Desde la mañana que le avisaron que su hijo estaba muerto y debían reconocerlo en la morgue, los padres de Sebastián Gómez (20) tuvieron el presentimiento de que no fue un simple accidente como le quisieron hacer creer y ahora, tres años después, tienen la certeza de que el joven murió a causa de un exceso policial en un control de tránsito por lo que continúan reclamando que la causa se reactive y avance hacia una resolución.
Están seguros de que “sólo así Baty descansará en paz” pero también se sienten desilusionados porque el tiempo pasa, el interés de la comunidad disminuye y las marchas pidiendo el esclarecimiento quedaron en el olvido. “Hoy se cumplen tres años de que lo mataron, pero seguimos como el principio, sin respuestas”, lamentó Vicente Gómez, papá del joven y quien no se cansa de pedir a las autoridades que la muerte de su hijo no quede impune.
El hombre sostuvo con mucha seguridad que la investigación está estancada y que los uniformados señalados como quienes -en el control vehicular- causaron el vuelco de su hijo que circulaba en una moto, provocándole la muerte en el acto, siguen trabajando en distintas dependencias policiales de la provincia.