Persisten reclamos por el deterioro del parque termal

En noviembre del año pasado una mujer tropezó con una tabla del piso de madera que rodea las piscinas del parque termal y, al caer, se sacó el hombro del lugar, una lesión muy dolorosa.
Para colmo, aseguró que dejó mucho que desear el trabajo del enfermero del lugar, quien presta servicios para una conocida empresa de emergencias local.
La ambulancia tardó en llegar y luego comenzó la discusión sobre el alcance de la cobertura médica, lo que encendió los ánimos y retrasó la atención de la paciente, que tardó más de dos horas en ser trasladada a un centro asistencial.
El caso tuvo repercusión en varios medios y despertó el debate, pero pasó un año y las deficiencias edilicias persisten y se agravan, tal como constató este medio.
“Ni siquiera hay carteles que adviertan del peligro, encima los costos siguen siendo los mismos y el estado del lugar es muy malo. El agua muy sucia, los pasamanos tienen moho, el borde de las piletas tienen grasa, los pisos están sucios y no puede funcionar así”, se quejó una usuaria.

Cortes de agua
Por otra parte, en las últimas semanas los obereños sufrieron innumerables cortes en el suministro de agua potable, una situación que se replica cada vez con más asiduidad. En tanto, se dilata la puesta en marcha definitiva del acueducto del arroyo Bonito. Al respecto, el subsecretario de Obras Públicas, Marcelo  Bacigaluppi, explicó que están realizando las últimas pruebas para poner en funcionamiento dicha obra.
“El acueducto ya está entregando agua al servicio de toda la red, la obra está concluida pero estamos en una etapa de prueba y despejando todas las anomalías que puedan llegar a tener”, indicó.
Asimismo, reconoció ciertas demoras en las últimas semanas a consecuencia de las inclemencias climáticas. “La lluvia hace inaccesibles a las máquinas y lo que se debe tener en cuenta que es una obra que tiene un conducto de 12 kilómetros de largo y la topografía de Oberá tiene muchas pendientes”, argumentó el funcionario.