Paseo con historia

Jueves 27 de octubre de 2016

Cuando pasen los años y los Juegos Evita sigan siendo la cuna de muchos deportistas que luego llegarán a la elite, el obereño Fabián Espíndola tendrá el privilegio de poder decir que él fue el primer misionero en representar a la provincia en boccia, una disciplina que este año se sumó a la competencia en deportes adaptados y que tuvo a este joven de 13 años que padece parálisis cerebral como abanderado de la tierra colorada.
Para Fabián es su primer viaje a un lugar tan lejano de Oberá como lo es Mar del Plata y también es la primera vez que permanece tanto tiempo separado de su familia, una situación que con el correr de los días hizo que su sensibilidad y sus emociones se potencien al máximo.
De todos modos, y con el apoyo incondicional de su profesor y amigo Lucas De Paula, que trabaja en el Cefe Nº 2 de Oberá, Fabián pudo cumplir con una excelente actuación a la hora de una competencia con un teercer puesto. El primer misionero en competir en boccia ganó dos de sus tres partidos demostrando un gran nivel para llevar a cabo las estrategias que aprendió durante los últimos meses.

“Empezamos a trabajar hace unos cuantos años en esta disciplina. Este deporte está diseñado para las cualidades físicas de estos chicos. Él está en una categoría que dentro de la parálisis cerebral es de las más difíciles para competir; así y todo comenzó ganando dos partidos y jugando muy bien. El nivel que hay acá es muy bueno”, destacó el profesor Lucas De Paula.
Lejos de sentir la responsabilidad de tener bajo su tutela a Fabián en este viaje tan largo y de tantos días como una carga, Lucas lo asume como un privilegio, demostrando tener unos valores y un amor hacia su profesión que es realmente admirable. “Tengo la suerte de estar acá con él. La experiencia es única, y más teniéndolo a Fabián como el primer misionero en competir en boccia en los Juegos Evita”, valoró.
Fabián, por su parte, también quiso ofrecer su testimonio en relación a la experiencia que está viviendo y dijo sentirse “muy bien”. “Me siento muy bien, me gustó la experiencia y lo que más me gustó es poder jugar boccia. Me fue bien en los partidos por suerte”, dijo antes de partir del hotel rumbo a una nueva competencia.
Y para finalizar, se emocionó hasta las lágrimas al recordar al ser que le dio la vida, su mamá. “Le quiero mandar un saludo a mi mamá Carina”, se despidió llorando Fabián, contagiando sus sentimientos más profundos.

Por Facundo Alzaga