Ofreció su moto en Facebook y el presunto comprador se la robó

Viernes 1 de agosto de 2014
Avisos. | En la red social abundan propuestas en páginas de compra y venta.

La historia es tan insólita como preocupante, puesto que una vez más marca a las claras que los delincuentes utilizan cualquier artilugio con tal de llevar adelante su cometido.
El robo ocurrió en esta ciudad, el miércoles a la noche y lo llamativo es que el canal de comunicación entre el ratero y su víctima fue la red social Facebook. Por ese medio se contactaron, se citaron y el desenlace derivó en una denuncia policial.
El principal protagonista es Juan Carlos, un joven de 28 años oriundo de esta ciudad, quien deseoso de vender su moto, decidió hacer una publicación en algunos de los tantos sitios virtuales de compra y venta local que existen en la red social.   

Su aviso despertó la curiosidad de muchos interesados en el rodado, pero en particular de uno de sus contactos, quien -de acuerdo a la denuncia radicada por la víctima- la quiso desde el mismo instante en que la vio por fotos e incluso, jamás cuestionó el precio o pidió rebajas.
En ese contexto, confiando en el presunto comprador y a su vez, contento por la posibilidad futura de acceder a otra moto más grande en cilindrada, el vendedor accedió a encontrarse para concretar la operación el día, horario y punto de reunión impuesto por el contacto.

Operación fallida
Tras ponerse de acuerdo de manera virtual, Juan Carlos estuvo de acuerdo en juntarse con el futuro dueño de la moto, pasadas las 21 del miércoles, en la esquina de la avenida Santa Cruz y calle 111.
Según lo que contó el damnificado, el supuesto interesado se mostró conforme con la Yamaha 125 e incluso, luego de verla dijo que no tenía problemas en pagar lo pautado, pero para estar convencido de la compra primero debía “probar su andar”.
Más preocupado en cerrar la venta que en lo que podría llegar a suceder, Juan Carlos no pensó ni un segundo y entregó el rodado en las manos del desconocido, quien una vez que subió a la moto no se volvió a bajar, puesto que se fugó del lugar a toda marcha.
La víctima se quedó esperando en la misma esquina hasta casi una hora después del encuentro, pero fue a denunciar el hecho apenas se dio cuenta de que fue engañado y el desconocido comprador que se contactó por Facebook, le terminó robando. 
Esa misma madrugada trató de ubicar al delincuente por medio de la misma red social, pero grande fue su frustración al confirmar que el perfil de ese contacto tenía una identidad falsa. La persona no era ni por cerca la que decía ser. 
“No se si la persona que me robó maneja ese perfil y trabaja sola, o si se trata de un grupo dedicado a captar a sus víctimas de esa manera, bajo el engaño y aprovechando la cantidad de personas que usan internet para vender cosas”, manifestó el damnificado.
Más allá de sus dudas, a medida que pasan las horas se da cuenta de que la confianza le jugó una mala pasada. “En el momento no pensé que podía ser peligroso, a pesar de la hora y el lugar en que fui citado, nunca imaginé que me pasaría esto”.
“La experiencia ahora me dice que nunca más voy a hacer algo parecido” agregó. Lo cierto es que a pesar de que aportó datos de la moto y de la apariencia física del delincuente, hasta al cierre de esta edición no había rastros de ninguno.


En Oberá, un celular y la computadora
Hace exactamente una semana, en la ciudad de Oberá ocurrió un hecho similar y una estudiante de magisterio resultó víctima de una mujer, mayor de edad, que se fugó con una computadora portátil y el teléfono celular que pretendía comprar.
Fabiana detalló a este medio que la supuesta compradora se contactó vía red social, luego de ver el aviso que había publicado. Los elementos fueron ofertados por separado, pero la mujer insistió con comprar el combo y así sedujo a la damnificada.
Coordinaron encontrarse en la plazoleta San Martín, en pleno centro de la ciudad, cuando la víctima salía del instituto de formación docente, pasadas las 22 horas.
Estando en ese lugar, se presentó quien se suponía iba a comprar los productos ofrecidos, pero lejos de hacer lo acordado, empujó violentamente a la denunciante y cuando esta cayó al suelo, se adueñó del bolso con los elementos.
La fuga fue hacia la calle Buenos Aires, donde hay un sector oscuro. La víctima no siguió a la mujer puesto que terminó con el brazo lastimado y tampoco radicó la denuncia policial, según confió. “La ladrona se quedó con todo” lamentó Fabiana.
“Me da mucha bronca, porque uno confía en la gente y al final sentís desconfianza de todos. Nunca más voy a tratar de vender algo a través de internet; ahora pienso que es como someterte a otro que no conocés para poder efectuar la venta” consideró.