OBSTÁCULOS INSUPERABLES

Domingo 1 de marzo de 2015

Parece exagerado, pero en Primera, realmente, los errores cotizan en moneda dorada. Anoche, y pese a no hacer un gran partido, Crucero hizo méritos para no perder en casa, pero sobre el final se equivocó en el fondo y Rosario Central, que ganó todo lo que jugó, se impuso 1-0 en Santa Inés.
A tres minutos del final, Germán Caffa no pudo contener un remate de Fernández, el chiquitito Niell capitalizó el rebote del uno y silenció al buen número de simpatizantes que acudió al estadio Andrés Guacurarí.
El Colectivero, que sufrió ante el Canalla su tercera caída consecutiva, digirió su segunda derrota en serie en el torneo y estiró a tres partidos su racha sin victorias en la A.


Protagonismo insuficiente
En los  primeros minutos Crucero se tomó el tiempo necesario para conocer la propuesta de su rival. Pero no tardó en darse cuenta de que Central llegó a Santa Inés mostrando cierto respeto. Entonces, rápidamente tomó el rol protagónico y a partir del buen trabajo de Fabio Vázquez en el medio inclinó la cancha a su favor.
El Canalla, que arribó a Misiones con el objetivo de defender su condición de líder tras las dos victorias iniciales, plantó dos líneas de cuatro y ofensivamente sólo soltó a Franco Niell y Franco Cervi, claramente su hombre más cerebral y decidido.
El potrero de Pinti Álvarez fue lo que más motivó al público en los primeros 45 minutos, pero el Colectivero se mostró como un equipo quebrado al medio, ya que los dos paraguayos no tuvieron el acompañamiento esperado de los mediocampistas. Al igual que frente a Vélez, Crucero, cuando se animó y le faltó el respeto a su rival, dejó en claro su ambición ofensiva, pero quedó en claro que tampoco era cuestión de arriesgarse y dejar huecos en el fondo.
En esa primera etapa hubo poco de juego y algo menos en situaciones, ya que un tiro libre de Dardo Romero que dio en la barrera y otro de Monserrat apenas desviado fueron las escasas chances de gol que tuvo el local. ¿Central? Si lo de Crucero fue pobre en cuanto a oportunidades de gol, el visitante lejos estuvo de justificar en Garupá los seis puntos que había cosechado en el arranque del campeonato.
Sí acarició el equipo del Chacho Coudet la apertura en el comienzo del complemento, cuando Barrientos probó de afuera del área, Caffa dio rebote y Marco Ruben, en la segunda jugada, la picó y la pelota terminó en el techo del arco.
Con muy poco Central estaba haciendo su negocio en el Andrés Guacurarí. En el complemento se apagó Vázquez, Monserrat no mostró el cambio de ritmo que pedía el partido y Dardo, pese a sus características defensivas, tomó la bandera y empujó al equipo. Con un Ávalos totalmente fuera de sintonía, el atrevimiento de Álvarez sirvió para, al menos, originar situaciones a través de alguna pelota parada.
También hay que reconocer que si Crucero no lo perdió fue porque promediando el segundo periodo Marco Ruben, en absoluta soledad, desperdició una clarísima situación con un frentazo de pique al suelo que se fue por arriba del travesaño. Y porque Rosso, segundos más tarde, anticipó al mismo delantero cuando éste se aprestaba a definir abajo ante Caffa.
Cuando el medio se descompensó Schurrer implementó una nueva idea con el tridente guaraní (Martínez-Ávalos-Álvarez), pero tras cinco minutos buscó nuevas brisas con la inclusión de Torres por un improductivo Ávalos. Pero nunca llegaron los vientos de cambio.
La gran diferencia entre Primera División y las restantes categorías, y eso lo tienen bien en claro en Garupá, son los elevados costos de las equivocaciones. Y Crucero falló a los 42’. El ingresado Fernández buscó sorprender desde un ángulo cerrado, Caffa dio rebote al punto penal y Franco Niell apareció en el momento justo en el lugar indicado para meter el fierrazo que enmudeció el estadio.
El equipo de Schurrer estuvo muy cerca de rescatar un punto, pero el cabezazo de Tomasini, en la última jugada, fue bien tapado por Caranta.
El Canalla tuvo toda la paciencia del mundo, esperó su momento y volvió a festejar ante el Colectivero por tercera ocasión consecutiva.
A Crucero le sobró voluntad pero le faltó fútbol. Rosario Central fue un nuevo obstáculo que no pudo superar. Serán varios en Primera División.

Por Gustavo Hollmann