La defensa de Lohn llevó el homicidio de Andrade al plano de la legítima defensa; la de Boges pidió absolución

Tanto Federico Tilli como Hugo Zapana (defensores de Lohn) y Gabriel Miranda (defensor de Boges), enmarcaron el crimen en la legítima defensa, quitando la intencionalidad de los imputados. Los jueces están deliberando.
viernes 26 de abril de 2024 | 12:34hs.
Boges y Lohn son los acusados: //Foto: Cristian Valdez.
Boges y Lohn son los acusados: //Foto: Cristian Valdez.

Los abogados del policía Matías Lohn, acusado como autor material del crimen de Reinaldo Andrade (37), colocaron el homicidio en el contexto de una legítima defensa, lo que de considerarse por los jueces del Tribunal Penal Uno de Oberá dejaría en libertad al acusado.

Tanto Federico Tilli como Hugo Zapana, buscaron demostrar la falta de intencionalidad de su cliente, y hacer sobresalir la hipótesis que sostiene desde el principio, relacionada a que Andrade se interpuso con su auto en el camino cuando estaban (junto a Boges) siguiendo a un supuesto contrabandista, en ese contexto le exhibió un revólver, por lo que Lohn sintió miedo y disparó cuatro veces, impactando en la víctima uno de los balazos. "Efectuó los disparos ante la falsa creencia de que estaba en peligro y decidió proteger la vida propia y la de su compañero Boges, lo que lleva el hecho a lo culposo. No hay elementos que sostengan la intencionalidad, que prueben que Lohn quiso matar a Andrade", aseveró Tilli, quien al igual que el codefensor también atacó la carga probatoria tratando de alivianar la responsabilidad penal de su defendido.

Para Zapana hubo "graves errores en la investigación" y puso en tela de juicio el desarrollo instructorio de la causa. "Hubo violación de la cadena de custodia de la evidencia", aseguró, y apuntó que "el forense Carlos Wolhein (a cargo de la autopsia) tuvo errores en su análisis sobre el orificio de entrada del proyectil y lo que observó a ojo en el borde del orificio, sobre la piel, que en realidad era sangre oxidada, no el efecto denominado halo de Fisch que marca una proximidad de disparo, y estos errores condujeron al error de todos". Zapana aseveró: "Que Lohn ejecutó, fusiló, o lo que diga el fiscal, no se ajusta para nada a la verdad de lo que pasó".

"Lohn hace cinco años que esta preso injustamente", consideró el abogado y avanzó también sobre lo que consideró como legítima defensa. "Se defendió dentro de lo que creía que era una lesión ilegítima que se corresponde con el ataque inicial de la víctima al cuzarle el auto en su línea de marcha y mostrarle el arma. Estoy seguro de que este hecho se produjo ya sea por una legítima defensa putativa o por el exceso en la legítima defensa", puntualizó.

"No corresponde que Lohn muera en la cárcel, en consecuencia, pido atención a los errores de Wolhein reconocidos por él mismo, que condujo a otros errores que cometio el patólogo Galuppo y que cometió Gendarmeria, que de pericias no saben nada. Lohn desde un primer momento sostuvo que vio que sacaron un arma y defendió a su compañero y defendió su propia vida", concluyó Zapana sobre el final, añadiendo que "condenándolos a prision perpetua se los va a condenar a morir a ambos en una carcel y eso sería una gran injusticia por los errores y dudas en el expediente".

Tilli, finalmente, apuntó ante los magistrados que "no es un dato menor la violacion de la cadena de custodia que afecta el debido proceso legal y los errores de peritos y forenses", y que "hay una selección del plexo probatorio perdiéndose completamente el marco de objetividad requerido".

"Lohn y Boges estaban en el cumplimiento del deber", expuso, sobre el día del crimen y contextualizó que "en la zona (El Soberbio) hay una naturalidad propia del contrabando y muchas veces exigimos a los policías resultados o prevención del ilícito, pero no pensamos en las restricciones que tienen para actuar".

Volviendo al hecho, tras hacer un recorrido sobre el expediente aclaró que "no tenemos certezas, no hay evidencia que Lohn sabía que Andrade iba en el auto, que es el elemento distintivo del dolo. La única prueba que sostiene la acusación del homicidio es la de Wolhein y Galuppo, quienes dijeron en esta sala que no nos pueden dar certezas porque pueden cometerse errores. Las dudas están a la vista", y solicitó a los jueces que a la hora de dictar sentencia, tengan en cuenta sus fundamentos.

Miranda avanzó por el mismo camino

Gabriel Miranda, defensor de Fabio Boges, lamentó "la floja preparación del fiscal" para exponer sus argumentos acusatorios en su alegato y tras cuestionar además la instrucción de la causa y exponer "dificultades" que en cierto momento tuvo para "acceder al expediente", avanzó por el camino de la legítima defensa, aunque su defendido no está acusado como autor del homicidio sino como partícipe necesario. Exhibiendo imágenes, el letrado defendió una pormenorizada hipótesis sobre las actuaciones de Boges, que aquel día de 2019 estaba al mando del coche en el que iban (con Lohn) persiguiendo a supuestos contrabandistas cuando -dice- fueron cruzados por Andrade, quien les apuntó con un revólver y provocó la inmediata reacción de Lohn, que decidió disparar tres veces, a criterio de Miranda.

"No existe un momento estático en todo este hecho", dijo el letrado, poniéndo énfasis en que "los disparos fueron desde el auto y en movimiento, es decir, de auto a auto. Andrade recibió el disparo desde atrás, encontrándose adentro del auto y manejándolo".

En otro tramo de su defensa avanzó sobre la tarea del forense Wolhein y del patólogo Galuppo, a quienes colocó como protagonistas de "errores iniciales que condujeron a otros errores a lo largo de la instrucción". Sobre la autopsia, más allá de lo que calificó como "errores" del informe obrante en el expediente, reclamó la supuesta "falta de imágenes del orificio de entrada con el rebatimiento del cuero cabelludo que nos permita acceder al plano óseo y saber si hay ahumamiento o signo de Benassi (fenómeno observable en las lesiones producidas por disparos de arma de fuego, en las que la boca del cañón del arma está en contacto directo con la piel del cráneo en el momento del disparo)", refiriendo que "estamos ante un rompecabezas con varias piezas faltantes y completado con piezas de cartón, cortadas y acomodadas".

La secuencia, según el abogado

En sus conclusiones, Miranda puso en relieve su hipótesis sobre cómo ocurrieron los hechos, detallando que "los disparos fueron a una distancia de 4 a 5 metros, efectuados por Lohn y realizados hacia los neumaticos del auto de Andrade, en legitima defensa", y aclaró en esa línea que "el propio movimiento del auto generó una modificación corporal que hizo que los disparos salgan hacia arriba y no hacia abajo. Fue el tercer disparo el que impacta en la cabeza de la víctima tras impactar primero con la luneta y llegando el proyectil deformado y sin energía cinética a la cabeza de Andrade".

"La secuencia fue con los autos en movimiento", aclaró y pidió la absolución de Boges del delito de partícipe necesario "dado que el hecho principal que se le imputa, es decir, el disparo por contacto no existió, y por ende no pudo ser observado por mi defendido". En esa línea agregó que "no hay un elemento probatorio en el expediente que nos permita tener indicios del dolo de Boges como participe necesario", por eso requirió su absolucion y en caso de que el tribunal considere lo contrario, que sea "una pena de prision en suspenso".

"Pido y ruego se considere lo que esta defensa presentó en estos hechos", dijo y cerró asegurando que Boges "es aquel policía que necesitamos que actúe en nuestras calles, en El Soberbio. Si gente como Boges y Lohn va presa el flagelo de Rosario puede llegar rápidamente aqui".

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