“El crecimiento económico no garantiza el desarrollo nacional”

Lunes 15 de septiembre de 2014
Jorge Taiana. | Ex ministro de Relaciones Exteriores del país y actual legislador porteño
Jorge Taiana fue ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país entre diciembre del 2005 y junio del 2010, cuando le presentó su renuncia indeclinable a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En la actualidad es diputado de la legislatura porteña por el Frente para la Victoria y a fines del mes pasado lanzó su precandidatura a la Presidencia de la Nación con el acompañamiento del Movimiento Evita, del que forma parte junto a Emilio Pérsico y Fernando ‘Chino’ Navarro, entre otros dirigentes.
Es hijo de Jorge Alberto Taiana, que fue médico personal de Juan Domingo Perón y ministro de Educación de su último gobierno, con quien incursionó en el mundo de la política argentina.
El ex canciller recibió a El Territorio en su despacho ubicado en el segundo piso de la Legislatura de la ciudad, con balcones que miran a la Plaza de Mayo, desde donde comentó que viajará a Misiones en la primera semana de octubre, con la finalidad de afianzar su campaña en el interior del país.
Al ser consultado sobre qué tema no debe faltar en el debate nacional de las próximas elecciones, destaca que “hay uno que es central desde la perspectiva federal y que es consecuencia del país macro-cefálico que tenemos. Es prioritario tomar las medidas necesarias para revertir esta patología que marcó desde sus orígenes a nuestra Nación. Es injusto que todos los costos de producción se incrementen a medida que nos alejamos del puerto de Buenos Aires. Es necesario incluir en el debate nacional las necesidades específicas de las diversas regiones del país, que tienen un denominador común que pasa por la falta de las infraestructuras necesarias para el desarrollo de diversas actividades productivas, como por ejemplo en las provincias del Nordeste como Misiones; es la falta de gas natural, que es una deuda pendiente aún sin resolver, o el tema del costo de la electricidad que a pesar de estar en la puerta de la represa de Yacyretá sigue siendo muy cara e insuficiente en esa región”.
Mientras que su diagnóstico de la economía argentina marcó que “la Argentina seguirá creciendo por lo menos hasta el 2030 pero obviamente no se trata de un crecimiento lineal y constante, sino de un proceso con subidas y bajadas, pero que luego, con perspectiva histórica, reflejará a estas tres primeras décadas del siglo XXI como de fuerte expansión. No por eso voy a minimizar los objetivos que aún no se cumplieron, como por ejemplo la falta de empleo digno para muchos argentinos, que a pesar del crecimiento económico logrado en estos 10 años de gobierno no lograron un puesto laboral efectivo. Porque el crecimiento económico no garantiza el desarrollo de un país, si desde adentro no se tomas las medidas necesarias para que ese crecimiento llegue a los sectores sociales que más lo necesitan y creo que ese es el desafío que tendrá el próximo gobierno”.

Creación
Como propuesta de campaña, alentó la puesta en marcha de un Ministerio de Economía popular, ya que “hay un sector de trabajadores informales tanto en las ciudades como en las zonas rurales, como los vendedores ambulantes, los cartoneros y todo tipo de cuentapropismo que forma parte de una economía social que requiere de políticas específicas, que creo que aún están pendientes en nuestro país. Por eso es fundamental la creación de un Ministerio de la economía popular que marque la relevancia y la importancia que tiene este nuevo sector laboral. Queremos terminar con la lógica de la exclusión y para eso necesitamos una respuesta integral. Lo contrario de la exclusión no es simplemente la inclusión, nosotros, los peronistas, tenemos un valor superior que es la justicia social, que implica más que la inclusión y ese es el objetivo por el que tenemos que luchar todos”.
En referencia a los modelos de país a debatir en los comicios venideros, adujo que “el debate que daremos en las elecciones del año que viene es si vamos a reproducir la Argentina agroexportadora de la generación del 80 como núcleo de crecimiento o vamos a una visión más integrada del país, que también incluya el desarrollo de la pequeña y mediana industria y de todas las economías regionales. Para el caso de la primera opción ya sabemos que esa postura tiene dos inconvenientes básicos: quedamos sumamente dependientes de los mercados internacionales y el crecimiento no asegura por sí solo trabajo de calidad para todos los argentinos”.
Al ser consultado sobre cómo ubica su mirada sobre el futuro del país, comentó que “soy optimista sobre el futuro de nuestro país. Tuvimos cuatro décadas de decadencia que fueron las cuatro últimas del siglo pasado donde se conjugó una muy mala situación internacional de precios de nuestros productos  con una pérdida del rol del Estado con prescripciones políticas, dictaduras y una democracia incipiente. Luego vino la crisis del 2001 que marcó el final de esa etapa de decadencia. A partir de esa crisis salió fortalecida la democracia y el país entró en una etapa de crecimiento económico que se extendió por 10 años gracias al mejoramiento de los precios internacionales para los productos argentinos. Creo que ese contexto favorable a nuestro país permanecerá al menos dos décadas más”.
Al decir de Taiana, “algunos economistas aducen que el crecimiento económico de Argentina fue consecuencia exclusiva de los buenos precios internacionales de la década pasada, en cambio otros hablan de medidas nacionales como origen del crecimiento. Yo opino que las dos miradas son válidas porque obvio que hubo un buen viento a favor para el despegue de Argentina, pero también a nivel local se adoptaron medidas de recuperación del rol  del Estado, del tejido industrial, de la demanda interna y de la inclusión social que hicieron posible que ese crecimiento sea más equitativo”.
Según sus palabras, en relación a cómo se superan las barreras burocráticas que impiden el tránsito ágil en las fronteras, como por ejemplo las largas colas de vehículos que son un clásico en el puente que une Posadas con Encarnación, expresó que “estoy profundamente convencido de la necesidad de la integración regional como única posibilidad de supervivencia frente al contexto internacional de un mundo armado en bloques económicos. Por eso el Mercosur no es sólo un acuerdo de los países que lo integran sino una plataforma de posibilidades de crecimiento que los pueblos deben hacer propia. En Misiones se respira naturalmente este proceso de integración, que obviamente también tienen sus dificultades burocráticas como las que menciona en ese paso fronterizo. Para superarla se necesita la decisión política de dotar al sector de la infraestructura necesaria y de bajar a los organismos nacionales involucrados en los controles las pautas para que adapten su funcionamiento a un objetivo superior que es el de la política integracionista”.


El perfil Jorge Taiana
Tiene 64 años, gran parte de los cuales los pasó dedicado a la política.
También estuvo en prisión, siete años, desde que el gobierno de Isabel Perón lo encarceló por su pertenencia al grupo Descamisados, vinculado a Montoneros.
Se inició en la actividad política de la mano de su padre, médico personal y ministro de Educación de Juan Perón.  
A comienzos de los 90 ingresó a la Cancillería.
Luego fue embajador del menemismo y subsecretario de Derechos Humanos del truncado gobierno de Rodríguez Saá.