“En Argentina no hay un cultivo que esté libre de plaguicidas”

Domingo 23 de febrero de 2014
Demaio. | "Esto se hereda".

Malformaciones congénitas. Pérdidas de embarazo. Afecciones al sistema nervioso central y otras patologías neurológicas. Invalidez. Cáncer. Asma, alergias y demás afecciones respiratorias y pulmonares. La lista incluye hasta trastornos en el aprendizaje y tiene un factor común: el uso de agrotóxicos.
En ese escenario se ubica Misiones y allí, el doctor Hugo “Bubi” Gómez Demaio cumple el papel de ángel y demonio. Reconocido por sus pacientes y sus pares, y odiado por las grandes firmas tabacaleras.
En 1987, Gómez Demaio comenzó a realizar investigaciones ante un panorama altamente alarmante: los nacimientos de niños con mielomeningoceles -una falla en el cierre del tubo neural-, lo que aparece como la exposición de la médula. La médula espinal no se desarrolla normalmente, teniendo como consecuencia daños en diferentes grados. Cuando el parámetro internacional señalaba que 0,5 por cada mil nacidos vivos padecía alguna malformación, en Misiones era de 14 por mil nacidos vivos.

¿Qué cambió en estos últimos años? Hubo logros en la investigación...
Actualmente se está poniendo ácido fólico en las harinas y ha bajado significativamente la incidencia de las malformaciones congénitas. Si yo le digo a una madre que se tome una pastilla de ácido fólico por día, que se la podría dar porque es baratísima, no la toma, la tira. En cambio, si le agrego a la harina. porque hacen mucho reviro, sobre todo para la zona del Alto Uruguay. sí lo consumen.

¿Aportaría alguna solución cambiar el tipo de agroquímicos?
No, no cambia nada. Lo único que cambian es el nombre de los herbicidas. La cuestión es que Monsanto, que compró hasta el Acuífero Guaraní, tienen el ciclo completo porque le vende la semilla al productor, esta semilla es resistente al herbicida que ellos producen, y eso quiere decir que 'o yo planto con la semilla que es resistente al herbicida que ellos me venden o se me muere todo'. Este sistema de consumo directo lleva mucho más agua; por eso necesitan el Acuífero Guaraní. En Latinoamérica, Monsanto con todas sus sucursales, vendió 70 mi millones de dólares en agroquímicos, nutrientes, herbicidas, y nosotros para investigar tenemos 5 mil pesos por año. Quiere decir que Monsanto puede comprar cualquier bioquímico que diga cualquier cosa. Nosotros somos los tarados que venimos trabajando en esto desde hace 25 años y no nos quiere nadie, ni los gobernantes, ni los que están ni los que vendrán. Porque decimos la verdad.
El uso de agrotóxicos no se reduce a zonas rurales. Aparentemente sus consecuencias van más allá…
Por ejemplo, en Río Cuarto (Córdoba) hay un bioquímico que esta estudiando a gente que no ha sido expuesta a ningún agroquímico y aún así tiene un cóctel de agroquímicos en su sangre. Nosotros tenemos cócteles de agroquímicos. Quiere decir que eso está depositado en el tejido adiposo (grasa del cuerpo). Cuando la mujer se queda embarazada, su tejido adiposo libera todos los agroquímicos que tiene reservados, y entonces los pone en funcionamiento. Esto no termina con la persona que está expuesta. Esto se hereda. Se lo pasa a los hijos de los hijos de los hijos.
En menor medida pero también están expuestas las personas que habitan zonas urbanas. Lavan los utensilios de los agroquímicos en los arroyos, los arroyos van al Paraná, y del Paraná se toma el agua para consumirla. Por otro lado, de los peces muertos se hacen las harinas y esas harinas van a Buenos Aires a alimentar a los pollos San Sebastián que nosotros compramos porque son de Buenos Aires e imaginamos que no están contaminados. Y sí están contaminados porque están alimentados con las harinas de pescados muertos por el uso de agroquímicos, y el uso de agroquímicos lo produce el propio agricultor. Por derivación, por el viento, por  la lluvia, el suelo se va contaminando. En Argentina no hay un solo cultivo que esté libre de agroquímicos; no hay, no existe. Lo lógico sería tener 20 años sin uso de agroquímicos para que nuestros hijos y nuestros nietos vivan una vida sana

¿Y en qué estado se encuentra la investigación…
Esta parada porque no nos dan más dinero. A nosotros nos pagaba la Universidad del Nordeste de Corrientes, porque la Unam acá nos dijo que no valía la pena invertir en nosotros. Y desde hace cinco años no nos dan nada.


Perfil
Hugo “Bubi” Gómez Demaio se pasea sin culpa ni apuro por su séptima década. Desde hace 40 años practica medicina en Misiones. Estuvo a cargo de Cirugía en el Hospital de Pediatría Fernando Barreyro y ahora integra el Área de Investigación, además de ser referente provincial en la Red Salud – Médicos de Pueblos Fumigados.