Festejos con el vecino

Martes 23 de diciembre de 2014

Dicen que cuando uno se casa, no se casa sólo con la pareja, sino con toda la familia de la pareja. Algo parecido pasa en la frontera: cualquier punto que se discuta con un país vecino significará involucrarse con toda la realidad de ese país, los aspectos más evidentes y los más insospechados.
Sin dudas, no es fácil. Pero ahí está el desafío. Por algo la gente se sigue casando y los países negocian constantemente los más diversos aspectos.
En un mundo cada vez más interconectado, se puede discutir en qué condiciones se establecerán relaciones con los vecinos. Pero queda completamente fuera de discusión que hacer algo sin los que están alrededor será cada vez más inviable.

Esto, en Misiones, donde las relaciones internacionales son cosa de todos los días, resulta aún más patente. Sin embargo, estas relaciones han transitado a lo largo de la historia etapas muy diversas que oscilaron entre los extremos del intercambio más espontáneo hasta la completa paranoia de ver al vecino de enfrente como amenaza.
Pero la dinámica siempre cambiante de la frontera nunca se detiene ni deja de sorprender. Ayer, en el día señalado para el lanzamiento del tren internacional Posadas-Encarnación -que finalmente fue pospuesto- el tránsito de personas en la frontera batió un nuevo récord (página 3).
Lo curioso es que por esas cosas de las asimetrías de la frontera, las compras van y vienen hacia los dos países. Los paraguayos encuentran ventajas de este lado y los argentinos enfrente. Ganan todos.

María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
mfierro@elterritorio.com.ar