“Fracasamos por las trabas burocráticas”

Los socios de la Cooperativa Agrícola Industrial Andresito Limitada no tienen un buen recuerdo de la soja.
Ellos fueron los impulsores de la soja orgánica en la provincia y durante seis años -entre el 2007 y el 2012- trabajaron en la producción y comercialización de granos.
Lograron el apoyo de una empresa de Finlandia que les compraba toda la producción vía Brasil. Pero las trabas que le impuso el Estado nacional y las empresas exportadoras con sede en Santa Fe hicieron que se desanimaran y que dejaran de producir granos.

“Cayó por distintas causas, una de ellas, por las trabas burocráticas que nos ponían, que fue la principal causa. Después hubo problemas con la empresa que compraba la producción, y al final el productor se desanimó”, recordó Germán Oszurkiewicz, secretario de la Cooperativa.
En el 2012, productores, cooperativas, dirigentes agrarios y funcionarios de la cuenca granera de la provincia solicitarán a la Nación la posibilidad de generar un régimen especial de estímulo a las exportaciones de maíz y soja que se producía en el Nordeste provincial, pero nunca tuvieron respuesta.
En aquella época, la producción de Andresito debía ir hasta Rosario, pasar por el puerto y volver hasta Capanema (frente a Andresito) para después salir por el Puerto de San Pablo a Finlandia.
Aquel documento que pedía habilitar las exportaciones desde Andresito llevaba la firma de los intendentes de San Antonio, Leonardo Benítez; de Bernardo de Irigoyen, Edgardo Aquino; de Andresito, Bruno Beck;  y de San Pedro, Miguel Ángel Benítez; además de los distintos referentes de cooperativas de la zona. Pero nunca tuvo respuesta.
“Por eso muchos dejaron de producir orgánica y se pasaron a la transgénica, y pese a que hoy no es mucho, se comercializa de forma ilegal. Nosotros quisimos ir por lo legal y nos pusieron miles de trabas”, explicó Oszurkiewicz a El Territorio.
En la mejor época de la soja orgánica en Andresito, los 20 productores lograron sacar 350 toneladas de sus chacras.
“Era un proceso muy controlado, venía gente de Finlandia, nos controlaba todo el proceso, no se podían usar químicos”, relató el productor, que hoy se dedica a plantar maíz y mandioca.
“Nuestra experiencia nos dice que no fue buena, porque al no poder usar químicos se tenía que eliminar el bicherío de forma natural y hubo un año de mucha lluvia y agarró mucha chinche y eso mató el grano y se perdió mucha plantación. Por eso muchos dejaron de plantar y se pasaron a la transgénica”, recordó Oszurkiewicz.
“En el 2011, 2012, empezaron los problemas con los pagos, la empresa brasileña presentó quiebra, hubo otros problemas más y el productor una vez que entrega su producto quiere cobrar y como se atrasaron mucho se desalentó el cultivo y dejamos de hacer soja acá en Andresito”, resaltó el productor.
Jorge Smichowski es secretario del Agro de Comandante Andresito y señaló que “hoy subsisten unos bolsones de soja, pero son los menos, tienen tres o cuatro hectáreas, algunos los usan para alimentos de los animales y el resto lo venden a Brasil de la forma que pueden”.
El funcionario reconoció que hoy no hay datos de la soja en su municipio.
“Debe haber pero en una cantidad no superior al uno por ciento. La experiencia fue muy mala en la zona y no creo que hoy alguien se dedique a cultivar soja para vender, porque tenés que hacer mucho para que te rinda”, explicó.


Opiniones
“Quisimos ir por lo legal pero pusieron miles de trabas y los productores se desalentaron”
Germán Oszurkiewicz
Secretario de la Cooperativa Agrícola Industrial Andresito

“Fue muy mala en la zona la experiencia y no creo que hoy alguien se dedique a cultivar soja para vender”
Jorge Smichowski
Secretario del Agro de Andresito