Con 109 años, doña Rosa celebra la presencia de sus seres queridos

Martes 10 de septiembre de 2013
Acompañada. | Ve poco, pero conversa fluidamente en guaraní. | Foto: Norma Traid
El pasado 30 de agosto doña Rosa Benítez cumplió 109 años y “vinieron para la fiesta conocidos de Paraguay y Uruguay, de todo Misiones, no faltó nadie”, comentó Bonifacio, compañero de siempre y actual cuidador de Rosa.
“Me quedo a cuidarle porque tiene cataratas en los ojos y hace rato que ya no ve, casi no salgo de la aldea”, agrega quien fuera cacique de la Aldea El Pocito, de Capioví, responsabilidad que hoy día delegó en su nieto Bernardino.
Rosa tiene 170 descendientes entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. La mayoría vive en esa aldea.
Su aspecto general es bueno, habla en guaraní y escucha perfectamente.
De contextura delgada pero fuerte, Rosa, quien estaba sentada cerca de un cálido fogón en una fresca mañana misionera, ayudada por su compañero, se acercó caminando hasta un lugar con sol para la foto.
No ver la pone en alerta, permanentemente con sus manos busca las de Bonifacio y cuando las localiza se tranquiliza.
En una cultura en la que se busca y respeta el consejo y la sabiduría de los mayores, la longevidad de Rosa es considerada una bendición.
Pasa sus días rodeada del afecto y respeto de los suyos quienes no permiten que le falte nada, remarcaron en la aldea.