“Parece una película todo esto que nos pasó, todavía no puedo creer”

Viernes 6 de mayo de 2016
Noemí confió que Candia es el sostén de la familia | Foto: Facundo Correa
La familia del hombre baleado durante la madrugada del miércoles en el barrio Fátima cuando se dirigía a su trabajo, aún no sale del asombro, ni se resigna ante la situación sufrida por José Ramón Candia (57), quien permanece internado con pronóstico reservado en el Hospital Ramón Madariaga de Posadas.
Su esposa, Noemí Molina, recibió a El Territorio. “Unos minutitos porque tengo que volver al hospital”, remarcó la mujer ayer por la tarde en su vivienda, ubicada a unos 500 metros de donde ocurrió el ataque y a 100 de la Comisaría Decimocuarta, dentro del barrio Fátima.
Noemí contó que sólo tres días a la semana Ramón sale de su domicilio a esa hora con destino el Mercado Central, que es donde trabaja desde hace varios años, y  los otros tres lo hace más temprano. “Ese día él volvió y desde la calle le llamó a mi hijo, le gritó ‘me voy a la comisaría porque me quisieron robar la moto y me dispararon’. Yo no pude hablar con él todavía, porque cuando le alcancé en la comisaría, él ya no estaba bien”, relató la mujer.
Los familiares de Candia habían decidido no esperar la ambulancia para realizar el traslado y pidieron a un vecino que los acerque hasta el hospital de Fátima, desde donde lo derivaron al hospital central en una ambulancia. “Después de lo que nos pasó, varios vecinos se acercaron y nos dijeron ‘contá con nosotros, si necesitás para el pasaje o lo que sea’, nos dijeron”, reconoció muy agradecida Noemí. 

El parte médico señala que Candia se encuentra grave, con respirador artificial; las primeras 48 horas serán determinantes


Con respecto a la situación de Ramón, la familia no pierde las esperanzas y se mantiene unida, a pesar de que continúa en terapia intensiva en el Hospital Madariaga. La ama de casa resaltó que “el doctor me dijo que hay que tener fe y esperanza. ‘No te voy a mentir, él está con riesgo de vida’, me dijo y que hay que esperar. Que la evolución va a ser lenta porque tiene muy lastimado el pulmón, y después hay que ver dónde está alojada la bala”.
Mientras, Noemí se divide entre estar junto a su esposo en los horarios de visita -porque al estar en terapia intensiva no la dejan acompañarlo como ella quisiera- y con los ocho hijos de la pareja que deben continuar asistiendo a la escuela y con sus actividades diarias.
Para Noemí, la zona del barrio en la cual viven suele ser muy tranquila y aseguró que “cuando recién vinimos se veían muchas peleas de patotas, y sí vimos piedras y cosas de chicos. Pero así con armas, no. Parece una película todo esto que nos pasó, todavía no puedo creer”.

Solidaridad desde la escuela
La pareja de Noemí y Ramón tiene ocho hijos, de los cuales dos van a la escuela 521 de Fátima, donde “las maestras le dijeron a mis hijos que iban a hacer una colecta para ayudarnos, porque Ramón es nuestro único sostén, porque mis hijos mayores hacen sólo changas. Y también, desde la CEP 6, donde tengo otras hijas, los profesores le dijeron que cuenten con ellos, y hoy (ayer) juntaron plata entre todos y nos mandaron”, relató muy agradecida la mujer.
Ramón era el único sostén y, aunque asegura que por el momento están afrontando la situación como pueden, reconoció que el dueño del puesto en el cual Ramón trabaja se puso a disposición de la familia. “Ese día le avisamos lo que había pasado, y a las 5 ya estaba en el hospital. Y me dijo que cualquier cosa lo llame, el también está muy preocupado por la salud de Ramón”.

Investigación y parte médico
Por otra parte, las fuentes policiales consultadas por este diario reconocieron que continúan con la investigación del caso y se manejan varias hipótesis por el momento.
La falta de testigos y la poca descripción que pudo brindar Candia, no aportaron muchos datos que permitan la ubicación de los agresores. Sin embargo, dentro de la fuerza ya manejarían una lista de posibles sospechosos.
Con respecto al estado de salud del hombre, el último parte médico brindado ayer a la tarde,  señala que Ramón se encuentra grave, con respirador artificial y todavía buscan estabilizarlo hemodinámicamente, aunque su pronóstico sigue siendo “reservado” y se debe esperar que transcurran las primeras 48 horas, que serán determinantes para su evolución.