Señales de humo

El lugar y el cartel existen. Es cerca de Torta Quemada, en el interior de la provincia. “A 500 metros, señal de teléfono”. Hay que andar esa distancia hasta la cima del cerro para poder comunicarse. Algo parecido pasa en El Soberbio. Quién va a visitar los Saltos del Moconá y se detiene a cargar nafta en la YPF del pueblo, probablemente escuchará una recomendación. Y no tiene que ver con lo peligroso del trazado turístico de la ruta costera ni con la presencia de animales en la calzada. “Si tiene que hacer una llamada telefónica, hágala ahora. Cruzando aquel lomo de burro, ya no hay señal”. Y es estrictamente cierto. Los celulares mueren. Las cabañas y posadas que florecen con el turismo más allá de El Soberbio tienen una especie de sistemas de postas para hacer funcionar el negocio.
En tiempos donde la comunicación manda, donde la televisión se muda a los teléfonos inteligentes y Facebook planea –ajusta los últimos detalles de satélites y drones- dar internet gratis a casi la mitad del planeta, hay lugares en Misiones donde comunicarse es imposible. Los problemas son variados. Desde la falta de coberturas (antenas), interferencia típicas de la zona frontera y la saturación por cantidad de líneas vendidas. Según la CNC, actualmente hay en el país 62.542.000  teléfonos móviles en servicio para una población total de 41.450.000 personas. La falta de señal está al tope de las quejas de los usuarios. La tendencia indica que los móviles se usan para mensajes de texto y para hablar de cosas importantes volvió el fijo, el teléfono tradicional. Pero a no desesperarse. Las telefónicas afirman que con las nuevas inversiones la cosa estaría normalizada para fin de año. Habrá que esperar. (Págs 4 a 9)