El detenido con droga era jefe de los bomberos voluntarios de Candelaria

Lunes 21 de abril de 2014
Descubierto. | La droga iba oculta en la adaptación realizada al techo del vehículo que conducía el bombero. | Foto: Archivo
Es bombero voluntario de Candelaria el hombre que fue descubierto la semana pasada cuando intentaba ingresar al territorio argentino, por el puente San Roque González de Santa Cruz, un cargamento de 150 kilos de marihuana.
Juan Ramón Espinoza (42), ahora exjefe del cuerpo activo, fue detenido el pasado lunes a la noche en la cabecera argentina del viaducto con la droga oculta en el techo del vehículo que manejaba -un Hyundai tipo Van con patente argentina- que, se presume, no es de su propiedad; e incluso testigos manifestaron que nunca lo vieron circulando por la zona.
El procedimiento fue llevado adelante por personal de Aduana apostado en el puente, quienes a las 19.30 de esa jornada procedieron a requisar el vehículo, motivados por el nerviosismo que demostró Espinoza ante las preguntas de rigor que le formularon los agentes.
Fuentes vinculadas al organismo detallaron que una vez descendido el conductor, comenzaron una requisa detallada y así, descubrieron la carga en un doble techo diseñado especialmente para ocultar los ladrillos de marihuana, que pesaron en total 150 kilogramos.
El sujeto viajaba solo, por lo que inmediatamente fue detenido y puesto a disposición de la Justicia Federal, que desde entonces investiga los vínculos del hombre con bandas narcos que tienen base en Paraguay y hacen ingresar estupefacientes para su comercialización en el país, aunque muchas veces los destinos son Brasil o Chile.

Se despegaron
La detención de Espinoza por tráfico de estupefacientes significó un duro golpe a la institución, que  está integrada por unos diez efectivos y varios de ellos reconocieron a este medio sus intenciones de dejar de servir a la comunidad por sentirse señalados por la sociedad.
Pese a ello, la semana pasada realizaron una reunión en la cual decidieron desligar del cuerpo activo al imputado y en su lugar asumió Karina Quiñónez, secundada por Sergio Gómez Da Silva, quienes salieron a limpiar la imagen de la institución ante la opinión pública.
Los dos bomberos fueron coincidentes en aclarar que desconocían las actividades del hombre en su  vida privada y reiteraron que el cuartel no tiene relación con el ilícito, como tampoco el vehículo es de la unidad tal cual trascendió primeramente.
Quiñónez comentó que “al tomar conocimiento del hecho en el que estuvo involucrado Espinoza, el miércoles pasado, nos pusimos muy mal todos en el cuartel, teníamos ganas de abandonar todo por temor a que nos involucren. Encima que somos voluntarios, es muy doloroso que nuestros nombres se vean manchados”.
Sobre la situación de Espinoza, afirmó “desconocer su vida privada. No fue adentro del cuartel y él sabrá qué hizo, la Justicia dirá si es culpable pero los compañeros nada tenemos que ver y es más, la camioneta con la que fue detenido no la vi nunca, no pertenece a la dotación” aclaró.
Por su parte, Gómez Da Silva insistió que “la camioneta no es de la asociación de bomberos, ese es su móvil particular” y reconoció que al enterarse del hecho “muchos se bajaron pero después de las charlas decidieron volver y acordamos entre todos seguir adelante, porque por uno que hizo lo que no es correcto en su vida civil, no debe afectar a la vida bomberil. Vamos a seguir mirando adelante porque no tenemos nada que esconder” concluyó.


Una particular ambulancia

Hace poco menos de un año -el 30 de abril de 2013- un grupo de gendarmes del Escuadrón VII “Paso de los Libres”, junto a la Policía departamental, confiscaron un cargamento de 300 kilos de marihuana y cinco de cocaína en un camión de bomberos utilizado como ambulancia y que se dirigía desde Puerto Iguazú hacia Córdoba.
En el operativo realizado en las inmediaciones del predio del Gauchito Gil se descubrió la droga en paquetes distribuidos y disimulados en los paneles de la ambulancia que realizaba el traslado de una enferma presuntamente. La mujer y los tres hombres, entre quienes se encontraba un exjefe del cuerpo activo de bomberos voluntarios de Puerto Iguazú, Ramón Moretti, fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia, que investiga el caso que acaparó la atención del país por la forma en que intentaron eludir los controles.
La investigación determinó que todos los involucrados pertenecían a la misma institución pero habían sido dados de baja dos años antes en tanto que la mujer que hacía de enferma en el frustrado cargamento sería la pareja de Moretti.
La droga fue descubierta gracias a la intervención de Lucy, una perra gendarme entrenada para detectar estupefacientes.