Los chicos leen más que los adultos

Domingo 1 de julio de 2012
Experiencia mediada. | Los adultos deben acompañar y ofrecer situaciones de contacto con la lectura a los niños. | Foto: Marcos Otaño
(Corresponsalía). “Aunque resulte controvertido, las investigaciones muestran que ahora los jóvenes leen más que antes. Pero leen otros textos, no las novelas consideradas valiosas por la escuela y la sociedad. Sin embargo, lo más significativo que nos enseñan los especialistas es que los que no leen son los adultos”,  señaló a El Territorio la responsable del área educativa de la Fundación Leer, Ana Laura Oliva.
Esta afirmación coincide con la mirada que tienen varios especialistas que indagan sobre los comportamientos de los jóvenes argentinos. Según ese punto de vista, es erróneo decir que los jóvenes no leen o leen menos que antes. Lo que sucede es que con la llegada de la cultura digital y la masificación tecnológica, la lectura ha dejado de ser una actividad que exclusivamente se puede ejercitar con un libro entre las manos.
“Hoy los chicos leen mucho en la web, donde buscan información. Y no sólo leen, sino que también escriben en las redes sociales y en diferentes sitios por los que navegan. Por el contrario, notamos que hay muchos docentes y adultos que les dicen a los chicos ‘tienen que leer porque es muy importante’ pero resulta que ellos no leen”, agregó la responsable de contenidos de Fundación Leer, Rocío Bressia.
La Fundación Leer es una organización no gubernamental con presencia en todas las provincias argentinas, trabaja fomentando la lectura de niños y adolescentes, por eso este diario recurrió a estas profesionales al momento de analizar cuánto y qué leen los estudiantes de la actualidad.
Consultadas sobre si existe alguna diferencia en el desarrollo de la inteligencia que se pueda lograr al leer un texto en papel o en formato digital, las investigadoras dijeron que “tanto la lectura en papel impreso como la digital abren posibilidades de pensamiento, aprendizaje e interacciones muy ricas. Ambas, aportan al desarrollo de niños y  jóvenes”.

Un universo a medida
Seguidamente dijeron que “la lectura de textos disponibles en línea ofrecen la posibilidad de acceder a un universo infinito de fuentes, textos escritos e imágenes que se caracterizan por estar disponibles en diferentes formatos, no sólo a través de la palabra escrita. Y acá  cada lector puede construir su propio recorrido de lectura en función de los objetivos que posee. Se trata de una lectura no secuencial a medida del usuario porque es él mismo quien decide hasta dónde llegar. En cambio un libro en papel exige una lectura más sostenida y ordenada”.
A pesar de que es común escuchar opiniones sobre la escasa lectura por parte de los jóvenes argentinos, Oliva dijo, “nosotros creemos que los adolescentes leen mucho en sus interacciones a través de la tecnología. Quizá no están sentados en el sillón leyendo un libro, pero leen constantemente a través de la computadora y de todos los dispositivos tecnológicos a los que pueden acceder”.
Por su parte, Bressia advirtió, “que a los niños o jóvenes les guste mucho la televisión o la computadora no significa que se vuelvan menos lectores con el tiempo. Al contrario, creemos que desde la televisión se logran espacios enriquecedores de promoción de lectura. Un ejemplo es el programa Ver para leer, conducido por Juan Sasturain”.
Entonces si los chicos leen a través de la tecnología, los adultos deberíamos preguntarnos qué podemos hacer para enriquecer ese tipo de lectura. Quizá ese es uno de los interrogantes que padres y docentes deberíamos formularnos.   

Estimular la lectura
Así como los pediatras aconsejan una edad específica para tratar de dejar los pañales, la mamadera o el chupete. También hay una edad para empezar a leer, que en general sucede en los primeros dos años de la escolaridad obligatoria, que es cuando los niños tienen entre 4 y 7 años.
Pero el contacto físico con los libros o con la lectura en general, es aconsejable que ocurra mucho antes.
“Hay consenso entre los especialistas de todas las disciplinas que estudian el desarrollo del niño, respecto a la importancia de estimular a los bebés a través del lenguaje oral, con canciones o rimas y también ofrecerles experiencias con textos escritos. Hay libros especialmente pensados para bebés. Libros que pueden manipular, llevarse a la boca, mojar”, señalaron las entrevistadas.   
Según Oliva “si un niño vive experiencias de este tipo y luego encuentra adultos que le leen y narran historias irá descubriendo que la palabra, las historias, los cuentos son una fuente de placer inmensa. Esa experiencia dejará una huella que, sin dudas, generará una importante motivación para aprender a leer y a escribir”.

El rol de la escuela
Como en todos los aspectos de la formación de los niños y jóvenes, la escuela juega aquí un rol fundamental. Porque debe suplir la carencia de los alumnos pertenecientes a sectores sociales que no tienen incorporado el hábito de la lectura como actividad familiar.
“Si un niño no accede a determinadas experiencias en su casa, con su familia, es la escuela la máxima responsable de ofrecerle situaciones variadas y ricas de contacto con la cultura, la palabra escrita y las historias”, señalaron las especialistas.
“Lo central es que la sociedad en su conjunto, y la institución escolar se propongan realizar todo lo necesario para que todos los chicos accedan a la cultura y puedan aprender”.
Para el final, las representantes de la Fundación Leer señalaron que “es central que el adulto se comprometa activamente en la situación entre el libro y el niño. No se trata sólo de comprar libros o dejarlos sobre el banco. Hay que leer con ellos y charlar sobre lo leído”.
“Hay que leer en voz alta de forma colectiva, volver a leer pasajes que nos hayan gustado, compartir nuestras sensaciones frente al texto e incluso discutir sobre apreciaciones”, reflexionaron.


Mucho para leer en la web
Según una investigación del Instituto para el Pensamiento Social, los jóvenes de la actualidad leen diariamente. La diferencia con los jóvenes de antes es que ahora la lectura no está encasillada exclusivamente en la figura del libro, como ocurría antes de  la llegada de internet. Los chicos leen revistas, historietas, ficciones y todo tipo de relatos pero lo hacen en la web. Lo que sigue son alguna de las conclusiones de la mencionada investigación:
·  La mayoría de los jóvenes lee diariamente.
·  Sus motivaciones para la lectura se centran en el entretenimiento (principalmente novelas y cuentos) e información general que les interese de manera personal y que la consiguen en revistas, diarios y páginas de Internet.
· Los jóvenes que recibieron la influencia de sus padres para la lectura y que éstos tenían biblioteca, compran libros en los negocios para armar su propia biblioteca o engrosar la familiar.
· Se nota un frecuente intercambio de libros en préstamo y también el préstamo de las bibliotecas.
· Muchos de los jóvenes encuestados concurren a estudiar a bibliotecas en épocas de exámenes porque tienen la posibilidad de encontrar la bibliografía que necesitan y un ambiente silencioso adecuado para el estudio.


Opiniones
“Lo más significativo que nos enseñan los especialistas es que los que no leen son los adultos”
 Ana Laura Oliva
Responsable de Educación de la  Fundación Leer

“Hay docentes y adultos que les dicen a los chicos ‘tienen que leer’, pero resulta que ellos no leen”
Rocío Bressia
Responsable de contenidos de Fundación Leer

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