Un país maravilloso

Viernes 29 de mayo de 2015

Argentina es un país maravilloso. Cuando Abel Albino lo dice, está pensando en que es un lugar maravilloso porque es su país. Y por eso lo ama, como le enseñaron a amarlo en su casa.
Otros, en cambio, cuando se lo escuchan decir a Albino, seguramente piensan en que la Argentina es un lugar maravilloso justamente porque aquí viven, sueñan y luchan personas maravillosas como él. Personas que hacen grande al país con su grandeza.
El pediatra mendocino lleva 23 años impulsando centros para rehabilitar y prevenir la desnutrición. A pesar de la crudeza de la realidad con la que lidia, Albino tiene el don de transmitir una inmensa esperanza. Desde ayer recorre la región, ofreciendo charlas en las que contagia su compromiso con un mundo mejor y busca sumar entusiasmos a la causa a la que consagró su vida: alejar la desnutrición que le corta las alas a la vida en crecimiento (página 8). En esa tarea, lleva más de una década visitando periódicamente Misiones y Corrientes, acompañando el funcionamiento de los centros de recuperación y prevención.

A Albino le gusta remarcar que vive de su profesión como pediatra, en el consultorio que atiende religiosamente. Sin embargo un día decidió que eso no era suficiente. Había acumulado títulos universitarios, se había perfeccionado en el extranjero, le iba bien. Pero no tenía paz. Descubrió que no podía ser feliz si a su alrededor otros sufrían. Y buscó respuestas. Y vive convencido de que no tiene sentido vivir de otra manera.

Por María Marta Fierro
Prosecretaria de Redacción
mfierro@elterritorio.com.ar